Mons. De las Heras instó a los ferrolanos a no quedarse quietos y a abrir procesos de cambio y de futuro
Este domingo, 7 de enero, fiesta del bautismo de Nuestro Señor Jesucristo, fiesta con la que termina el ciclo litúrgico de Navidad-Epifanía, la ciudad de Ferrol celebraba, además, la solemnidad de su patrono: San Julián. Lo hacía, como cada año, en la Concatedral ferrolana, de la que San Julián es titular.
La ceremonia fue presidida por el obispo de Mondoñedo-Ferrol, monseñor Luis Ángel de las Heras Berzal, CMF (su segundo San Julián, como prelado), y concelebraron el arcipreste de Ferrol, Pedro Rodríguez Paz, el párroco de San Julián, Ramón Otero Couso, Gonzalo Folgueira Fernández, José Carlos Moreno Barragán y Fernando Porta de la Encina.
La misa solemne fue acompañada, de manera magistral, por la Coral Polifónica Ferrolana “A Madalena”, dirigida por Pedro V. Pina y con el tenor Paco Regueiro. Desde estas líneas, gracias por el inspirador acompañamiento.
Tras el saludo a todos los ferrolanos presentes (ya fuesen naturales o de adopción), feligreses, sacerdotes, autoridades civiles y militares, el padre Luis Ángel comenzó su homilía recordando la coincidencia, en este día, con la fiesta del Bautismo de Jesús: “Recordamos cómo se rasga el cielo y Dios nos señala a su Hijo amado, que está en medio de los hombres. Por la fe que hemos recibido, reconocemos que el hombre que recibe el bautismo de Juan en el Jordán es el Hijo de Dios (…) La manifestación de Jesús en su bautismo expresa su solidaridad sin límites con los hombres, iniciada en la Encarnación, admirada y adorada en pobre portal. Él ha decidido compartir nuestro destino (…) y abre el cielo para nosotros, que tanto necesitamos ver los cielos abiertos en nuestra vida, en nuestro mundo, cansados de encontrarlos cerrados al futuro, a la esperanza y al amor”.
El mensaje de nuestro obispo enlazaba directamente con el lema con que la diócesis trabaja a lo largo del presente curso pastoral (2017-2018): “Nuestra misión en conversión”. Tal y como se nos animaba a todos en el pasado Encuentro Diocesano de inicio de curso, a finales de octubre en Mondoñedo. Una vez más, don Luis Ángel hizo hincapié en que debemos ser partícipes principales de ese cambio, de esa conversión: “Agradecidos por la lluvia, queremos ver los cielos abiertos en Ferrol. Pero no podemos quedarnos ahí quietos, mirando a lo alto; necesitamos abrir procesos de cambio y de futuro (…) Nuestra misión comienza por el cambio personal, interior, y continúa por la conversión pastoral, parroquial, arciprestal, diocesana de esta Iglesia particular de Mondoñedo-Ferrol, de toda la Iglesia universal en estado de misión”.
En esta celebración de San Julián y Santa Basilisa, cuya imágenes podemos observar a izquierda y derecha (respectivamente) en el retablo del altar mayor de la Concatedral, monseñor De las Heras señalaba que la figura del patrono de Ferrol nos hacía recapacitar en “un hombre de fe, un mártir, que reconoce en Jesús al Hijo del Altísimo y siendo y sintiéndose él también hijo de Dios, supera las contrariedades de la vida, lucha por los cielos abiertos, da testimonio de su mayor bien, Cristo vivo, y entrega la vida por Él para tener nueva vida (…) San Julián, hoy, alienta y alegra nuestro camino de conversión. Nos invita a no hacer siempre lo mismo, a no dejar las cosas como están (como nos indica la Evangelii Gaudium del Papa Francisco). Nos exhorta a asumir en primera persona que la fe nos guía para dar un paso adelante con orgullo, al mismo tiempo que con humildad”.
Finalizaba su homilía, el padre Luis Ángel, pidiendo la protección de San Julián y Santa Basilisa y su ayuda para que, como hijos de la luz, sepamos contribuir “con la fuerza de la fe, a hacer de nuestro Ferrol una ciudad próspera, de cielos abiertos, con personas de alma grande, que aspire a la meta de la ciudad de Dios”.
Acto institucional en el Teatro Jofre
Tras la conclusión de la celebración religiosa, el obispo asistió, en el Teatro Jofre, al tradicional acto institucional que organiza, cada 7 de enero, el Concello de Ferrol. El acto fue presidido por los alcaldes de Ferrol y Lugo, conmemorando en esta ocasión los ya dieciocho años de hermanamiento entre ambas ciudades. Se hizo entrega de la distinción de “Ferrolán do ano” a las Irmandades da Fala de Ferrol como también al Club Universitario Ferrol (de baloncesto femenino). Se otorgaron, igualmente, las “Insignias de Ouro” a Eduardo Pereira (fotógrafo), Emilio Castro (empresario de comercio), Pablo Galdo (pianista), Carmen Diego (neumóloga del Hospital Arquitecto Marcide) y a la asociación ecologista Adega.