Vecinos y visitantes llenaron los barcos que bendijo el obispo de Mondoñedo-Ferrol, que acompañó a la Virgen del Carmen en el Currana Un
Celeiro volvió a demostrar su devoción por la Virgen del Carmen en una procesión marítima que regresaba tras dos años sin poder celebrarse por la pandemia y que atrajo a una multitud de vecinos y visitantes, que llenaron los barcos que participaron en la comitiva. Entre los participantes destacó la presencia del obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, que no desaprovechó la ocasión de conocer de primera mano el cariño que le profesa la gente del mar a la Virgen.
García Cadiñanos se subió junto al resto de autoridades en el Currana Un, embarcación que tuvo este año el honor de portar la virgen del Carmen. Estuvo acompañado por la alcaldesa de Viveiro, María Loureiro; la subedelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez; el delegado territorial de la Xunta en la provincia, Javier Arias, y el patrón mayor de Celeiro, Domingo Rey, entre otros.
BENDICIÓN Y OFRENDA
Alrededor de las 10.30 horas zarpó del muelle celeirense el Currana Un, ya con la virgen del Carmen a bordo, mientras el resto de embarcaciones esperaban en la ría de Viveiro. El obispo, al que acompañó el párroco de Celeiro, Juan Novo, que hizo de cicerone, fue el encargado de bendecir a los barcos que se acercaron al portador de la imagen y también participó en la ofrenda a los náufragos.
Tras la procesión marítima, la virgen del Carmen regresó a tierra y fue llevada hasta la iglesia acompañada de la Banda Naval y de la Tau, celebrándonse posteriormente la misa en su honor, cantada por Sons de Celeiro.
Fuente: El Progreso