Los dos retablos de las puertas de la muralla de Viveiro acaban de ser restaurados por el concello de Viveiro.
En este momento se están terminando las obras del retablo de la Puerta de Carlos V, y recientemente se remató el reparo del retablo de “a Porta da Vila”, junto con la restauración del Cristo del Amparo, la Dolorosa y San Juan, que se cobijan en el mismo.
Desde muy antiguo estos dos espacios significativos de Viveiro acompañan la devoción popular de las gentes. En la iglesia de Santa María del Campo de Viveiro se custodia un conjunto de las Angustias, que ya había sido venerado en ese lugar al menos desde el siglo XVI. En el caso de “Porta da Vila”, el Cristo del Amparo va vinculado al pasado de los dominicos que albergaron su convento justo enfrente de esta entrada a la villa, y que incluso llegaron en sus inicios a formar parte de la misma edificación de esta entrada, por medio de un cadafalso de entrada desde el convento, como indicaba en el anuario «Estudios Mindonienses» el historiador franciscano José García Oro.
Los retablos fueron realizados en su día, para sustituir a los previos, por el escultor compostelano afincado en Viveiro, José Otero Gorrita. En el caso del ya terminado, fue realizado en 1930 en madera de castaño.
La intervención se ha realizado bajo autorización de Dirección Xeral de Patrimonio, de la mano de los restauradores Ana Sánchez Calzada y Luis Enrique Rodríguez Arias. Se ha efectuado su limpieza, saneado de maderas y reparaciones de desperfectos. En el retablo de “Porta da Vila”, presidido por el conjunto del Cristo del Amparo, figuran también en bajo relieve a los lados los bustos de santo Tomás Apóstol y san Roque, patrono y copatrono de Viveiro respectivamente.
Un espacio significativo y muy querido por las gentes de una villa medieval, que cuida su patrimonio y conserva con orgullo la Semana Santa más antigua de Galicia.