Mons. García Cadiñanos finaliza la visita pastoral al arciprestazgo de Ortegal «con el corazón agradecido»

El obispo diocesano ha concluido la visita pastoral al prciprestazgo de Ortegal. Lo hizo el pasado domingo, día 6 de julio, en la parroquia de San Xiao de Céltigos (Ortigueira), donde dio gracias a Dios por esta experiencia que le ha venido ocupado a lo largo de todo el año. “Han sido muchas horas de encuentros, muchos viajes, muchas experiencias”, destacó monseñor García Cadiñanos en declaraciones a los medios diocesanos.

No obstante, el acto oficial de clausura de esta visita pastoral, que servirá también de jubileo arciprestal, tendrá lugar el próximo 8 de septiembre en el santuario de San Andrés de Teixido, en una jornada de convivencia que se convocará próximamente.

Visitas a 82 parroquias a lo largo de ocho meses

A lo largo del curso pastoral el obispo ha recorrido la práctica totalidad de las 82 parroquias que componen el arciprestazgo de Ortegal, agrupadas en cinco UPA y servidas por nueve sacerdotes. Esta visita comenzó en Narahío el 3 de noviembre del pasado año 2024. Posteriormente, en diciembre, monseñor García Cadiñanos visitaba las parroquias de la zona de Xestoso y Momán para centrarse en ese mes en la UPA de Cariño. En febrero visitó la zona de Valdoviño y San Sadurniño. En marzo lo hizo en la UPA de Cerdido y Moeche. Y durante los meses de abril a junio se acercó hasta Cedeira, As Pontes y Ortigueira. Todas las crónicas de las visitas pueden consultarse en la página web.

Conocer de primera mano la realidad de cada comunidad

Como indicaba en la carta dirigida a los fieles en septiembre de 2024, “la visita pastoral es una oportunidad para que el obispo conozca la comunidad diocesana pero, sobre todo, una ocasión para reanimar y revitalizar la vida cristiana tanto individual como comunitaria”. En ese sentido, durante todo el curso han sido numerosas las celebraciones, oraciones, encuentros y actividades que se han realizado a nivel parroquial. No ha faltado la visita a los cementerios parroquiales. El obispo presidió la eucaristía en muchos lugares, y también pudo mentener encuentros con el tejido social de la zona y las instituciones que le han permitido conocer de primera mano el importante papel que la Iglesia desarrolla en la comarca. Igualmente, se ha encontrado con los sacerdotes y agentes de pastoral del arciprestazgo para animarlos en su tarea. Las fotografías de recuerdo y de memoria histórica en las iglesias con toda la feligresía han sido compartidas y agradecidas a través de las redes sociales diocesanas. Igualmente, a través de los muchos mensajes recibidos, se ha elogiado la cercanía del obispo, su proximidad, su sentido del humor y su capacidad de escucha.

Para el obispo don Fernando, la visita pastoral ha sido «un tiempo de gracia y de enriquecimiento mutuo. Me ha ayudado a conocer a muchas buenas personas que dan vida en nuestras pequeñas parroquias, dedicando su tiempo y esfuerzo a hacer el bien y a construir una Iglesia más fraterna y una sociedad más inclusiva. Guardo en mi corazón especialmente las visitas a los enfermos y ancianos, los encuentros que he tenido con los niños, la relación con las asociaciones que se empeñan por ayudar al desarrollo de esta zona. Agradezco también la tarea de los sacerdotes, algunos de ellos mayores, que dedican tanto esfuerzo por intentar llegar a todos los lugares”. Próximamente, monseñor publicará una carta que sea balance de lo vivido y prospectiva de futuro para estas comunidades.

Durante este tiempo y a través de la programación establecida, el obispo ha tenido la oportunidad de conocer de primera mano la realidad de cada comunidad, sus desafíos y fortalezas, así como confirmar en la fe de las comunidades. Monseñor García Cadiñanos ha expresado también su gratitud por la cálida acogida recibida en cada lugar.

El próximo curso pastoral la visita pastoral se realizará en el arciprestazgo de Terra Chá.