El teólogo Benito Méndez (Cubelas, Ribadeo, 1958), profesor del Instituto Teológico Compostelano y canónigo de la catedral de Mondoñedo, es el nuevo director de Estudios Mindonienses, la emblemática publicación humanística de la diócesis. Un anuario fundado por Segundo Leonardo Pérez López, que, tras más de treinta años de trayectoria ininterrumpida, ya tiene un lugar de honor en el ámbito de la cultura hispana.
¿Qué aporta hoy a la cultura española una publicación como «Estudios Mindonienses»?
Si entendemos por cultura española el mosaico de territorios, historia, arte, lengua y tradiciones religiosas, Estudios Mindonienses ha sido una publicación pionera en dar a conocer los entresijos de esa riqueza en su pluralidad. Un ámbito como es el del norte de Galicia merece ser, desde todos los puntos de vista, reconocido en su valor original.
Y Estudios Mindonienses ha dado a conocer al mundo, por poner un ejemplo, documentos que, en otro caso, hoy estarían completamente olvidados no solo por el gran público, sino también por los especialistas.
¿El patrimonio diocesano recibe la valoración que merece?
El patrimonio está, afortunadamente, cada vez más valorado en el nivel institucional. Creo que ha sido una bendición la existencia para Galicia de una autonomía que se ha preocupado de ello. De hecho, sin su colaboración no hubieran podido restaurarse la grandísima mayoría de las piezas de valor, por no decir las múltiples iglesias, a lo largo y ancho de Galicia.
¿La cultura está sirviendo, como pidió Benedicto XVI, para abrir nuevas vías de diálogo entre creyentes y no creyentes?
Como decía monseñor Araújo Iglesias en la presentación del primer número de Estudios Mindonienses, recordando al papa Pablo VI, la ruptura entre el Evangelio y la cultura es, sin dudarlo, el drama de nuestra época. Cuando se deteriora la armonía entre la cultura y la fe, el lenguaje de esta corre el peligro de hacerse anacrónico. Ya no dice nada. No significa nada. De ahí la importancia y la urgencia de un esfuerzo por volver a establecer el contacto (Atrio de los gentiles, lo llamó Benedicto XVI) y un diálogo verdadero y vital.
¿Cuáles van a ser los principales objetivos de la Cátedra Diócesis-Universidade da Coruña?
La transferencia de conocimiento, la divulgación, el impulso a la investigación, etcétera. Colaborar, como Iglesia diocesana, en una plataforma de enorme prestigio en nuestro mundo, como es la Universidad. Hay muchos temas del ámbito del patrimonio cultural, del conocimiento científico y de la historia que son de interés general, y en ello la Iglesia, como institución que vive en una sociedad democrática, puede hacer su aportación a la búsqueda de la verdad, en la que estamos empeñados todos.