CONFER Galicia celebró medio siglo de compromiso con la vida consagrada y el servicio a la sociedad

La CONFER Galicia, delegación autonómica de la Confederación Española de Religiosos, celebró su 50º aniversario con un profundo sentido de gratitud hacia quienes han dedicado su vida al servicio de Dios y de la sociedad desde las distintas formas de vida consagrada. Fundada en 1974, ha sido durante estas cinco décadas una plataforma de encuentro, coordinación y formación para cientos de religiosas y religiosos de toda la comunidad.


Una celebración cargada de simbolismo

El programa conmemorativo comenzó con un encuentro en la iglesia de San Paio de Antealtares, seguida de una peregrinación a la catedral de Santiago para participar en la tradicional Misa del Peregrino. La ceremonia fue presidida por el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto Fernández, y concelebrada por monseñor Luis Augusto Campos, obispo de Socorro y San Gil (Colombia), y monseñor Antonio Valín Valdés, obispo de Tui-Vigo. La mayoría de los sacerdotes concelebrantes pertenecen a órdenes religiosas estrechamente vinculadas a CONFER Galicia.


Acción de gracias por cinco décadas de servicio

En la invocación realizada en nombre de los más de 1.600 consagrados presentes en Galicia, los asistentes expresaron su agradecimiento por el camino recorrido al servicio de la Iglesia. Se destacó la riqueza de los carismas fundacionales de las congregaciones y la diversidad de sus misiones: educación, atención a enfermos y mayores, labor social y pastoral, y una presencia fraterna “que sigue viva”.

Los religiosos se dirigieron al apóstol como “peregrinos de esperanza”, reconociendo la necesidad de avanzar “con una visión sinodal y abiertos a una esperanza que nunca defrauda”. También evocaron la imagen de los discípulos de Emaús, recordando que, aunque a veces no se perciba con claridad, Cristo siempre camina a su lado.

En este marco, se citaron también las palabras del papa León X, que exhortaba a los consagrados a ser portadores de luz: “Una luz sencilla pero constante, que nace en el interior de cada persona y tiene la capacidad de construir puentes hacia una paz sincera, sin armas ni artificios”.

La invocación concluyó con un emotivo agradecimiento al apóstol Santiago, “quien trajo a esta tierra la palabra que da sentido a toda vida humana”, y con el firme deseo de seguir caminando tras las huellas de Jesús, que “es la razón de nuestra vida y de nuestra vocación”.


Un mensaje de esperanza activa

Durante su homilía, monseñor Prieto animó a los asistentes a vivir el presente con una fe activa, evitando tanto la nostalgia paralizante como el idealismo vacío. Subrayó que cada día es un don que debe vivirse como oportunidad y como misión. Agradeció la ofrenda presentada en nombre de CONFER Galicia y destacó el carácter eucarístico y fraterno del encuentro: “Todos nos reconocemos como peregrinos hacia la casa del Padre”.

En un mundo marcado por la incertidumbre, la violencia y la división, planteó preguntas esenciales nacidas del Evangelio proclamado: “¿A quién servimos? ¿En quién confiamos? ¿Qué esperamos?”. Llamó a evitar un estilo de vida egoísta y cerrado, invitando a vivir desde la fe, la caridad y la esperanza. “Hemos de mirar el tiempo que se nos ha dado como el tiempo que se nos ha confiado, porque ahí cada uno de nosotros somos misión y tarea”.


Reconocimiento al valor de la vida consagrada

Uno de los momentos más emotivos de la homilía llegó cuando el arzobispo se dirigió directamente a los religiosos y religiosas gallegos, reconociendo el valor de su trayectoria y la riqueza de sus carismas. Les animó a no perder la esperanza ni dejarse abatir por la fragilidad: “Ahí somos fuertes porque nos damos cuenta de que solamente en el Señor, cuando vivimos el seguimiento como discípulos, encontramos nuestra verdadera fuerza”. También valoró el trabajo silencioso y comprometido de tantas religiosas y religiosos presentes en parroquias, escuelas, hospitales y otros lugares donde pocos llegan. Al final de su intervención, recordó que la vida cristiana no debe convertirse en rutina ni en mera supervivencia, sino vivirse como entrega. Llamó a cuidar toda vida, en todas sus etapas, y a vivir con confianza incluso en medio de las dificultades.


Un día para compartir y celebrar

La jornada continuó con una conferencia en el colegio La Salle, seguida de un almuerzo fraterno y un acto cultural y musical en la iglesia de San Domingos de Bonaval, que cerró el encuentro con emoción y calidez.


La voz de quienes construyen comunidad

En declaraciones recientes, Sor Margarita —Hija de la Caridad y presidenta de la junta de CONFER en la zona de Santiago— subrayó el papel esencial de la CONFER como nexo de unión de la vida consagrada en Galicia, en estrecha conexión con la pastoral diocesana. “Si algún día desapareciera, la vida consagrada en Galicia se resentiría profundamente. Nos articula, nos fortalece y nos impulsa a avanzar con sentido de Iglesia”, afirmó.

En la misma línea, José Reboiras, secretario de CONFER Galicia, destacó el impacto de su labor: “Celebramos cinco décadas de servicio a la vida consagrada en Galicia, con una presencia sólida en la educación —más de cien centros escolares—, en el ámbito sanitario y residencial, así como en la actividad parroquial, la catequesis y la promoción cultural”. También valoró la importancia de la “labor silenciosa” de muchas comunidades religiosas en el medio rural, “donde su proximidad y entrega cotidiana marcan una diferencia real”.


Memoria agradecida, horizonte de esperanza

A lo largo de este año conmemorativo, CONFER Galicia continuará desarrollando diversas actividades para celebrar este medio siglo de historia compartida. Cincuenta años que son, a la vez, memoria agradecida y horizonte de esperanza.

Fuente: Arzobispado de Santiago

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