La diócesis se hizo eco de la publicación a través de las redes sociales
Está prevista su presentación oficial en territorio diocesano
Segundo Pérez López desvela cuatro siglos de informes enviados a la Santa Sede por los obispos mindonienses
El pasado de Galicia tiene abierta, desde hoy mismo, una ventana nueva. Una ventana romana. Quienes deseen conocer mejor la intrahistoria gallega -y, para ser más exactos, la de la Galicia del Norte, las áreas septentrionales de las provincias de A Coruña y Lugo: es decir, la de la actual diócesis de Mondoñedo-Ferrol- cuentan ahora con una herramienta que les aportará una visión distinta. Una visión, a menudo sorprendente, que no se parece demasiado a la que se había ido imponiendo con el paso de los años.
Segundo Leonardo Pérez López, una de las figuras intelectuales de referencia de la Iglesia española, teólogo de prestigio internacional y gran conocedor del Archivo Secreto Vaticano, desvela, en su nuevo libro -que llegará a las librerías en las próximas semanas-, más de cuatro siglos de informes remitidos por los obispos mindonienses a sus respectivos papas. Informes que debería haber llevado consigo cada obispo durante su teóricamente obligatoria visita a la Santa Sede, pero que en la mayor parte de los casos fueron enviados desde la propia Galicia, a través de un procurador, para su entrega al Sumo Pontífice.
Esto, si cabe, aumenta su valor documental, a la vez que enriquece el anecdotario: los prelados, para excusarse por no haber viajado a Roma, aducían, intentando justificarse, desde su mucha edad hasta todo tipo de dolencias, al tiempo que le subrayaban, al Vicario de Cristo, la profunda pena que (según ellos, claro) les causaba no haber podido cumplir lo mandado. Alguno hay, de hecho, que, además de recalcar que es pobre, hace notar que Roma está muy lejos de Mondoñedo, y que uno ya no está para esas cosas cuando lo que más le pesa son los años.
El libro (La Diócesis de Mondoñedo vista por sus obispos. Informes de las Visitas “Ad Limina”), publicado por el Instituto Teológico Compostelano y muy bellamente escrito, ofrece a los investigadores la posibilidad de acceder, por fin, a la transcripción íntegra de dichos informes, que se custodian en el Vaticano; de ahí su carácter también de fuente para posibles estudios posteriores.
Pero, para quien no precise adentrarse en tantas honduras, la obra cuenta con dos apartados más que harán las delicias de todo tipo de lectores. El primero de esos apartados es un viaje a través de la historia de la actual diócesis de Mondoñedo-Ferrol. Una diócesis que no se parece a ninguna otra, puesto que su origen está en la llegada, entre los siglos V y VI, de los bretones (o britones, o britanos…) que arribaron a la Galicia del Norte huyendo de la persecución de los sajones, que se asentaron en enclaves como la Bertoña de A Capela -y más que probablemente también en el Bertón ferrolano-, que tuvieron su epicentro espiritual en el desaparecido monasterio Máximo -cuya ubicación sigue siendo objeto de todo tipo de discusiones, aunque muy bien podría haber estado en la Bretoña luguesa, que hoy sigue manteniendo viva la memoria de aquellas gentes- y que tuvieron entre sus prelados al legendario Mailoc. Y el segundo apartado es el análisis que Pérez López hace de las inquietudes de cada obispo y de su tiempo.
Mis felicitaciones al autor por la obra "La diócesis de Mondoñedo-Ferrol vista por sus obispos" de Segundo Leonardo Pérez López. O "Galicia contada a los papas", como dice Ramón Loureiro en https://t.co/l2FrHWoNcO
Nos congratulamos en @mondonedoferrol— Luis Ángel Heras cmf (@cmfluisangel) August 12, 2019
¿Qué preocupaba más a los obispos mindonienses…? Bueno, hay que decir que, por supuesto, no las mismas cosas a comienzos del siglo XVI que ya entrado el XX, como es natural. Pero es curioso como a muchos de ellos, y en épocas distintas, les preocupó la cercanía de la protestante Inglaterra. «¿La cercanía…?», se preguntarán ustedes. Sí, sí, la cercanía. Los prelados de la Galicia del Norte, los obispos mindonienses, cuyas costas diocesanas se extienden desde la ría de Ferrol hasta el Eo, siempre tuvieron el máximo interés en remarcarle al Papa que sus tierras colindaban con las de los ingleses (eso sí, mar por medio), y que les daba gran trabajo mantenerse siempre alerta para evitar que a través de ese mar se abriesen brechas en el catolicismo.
Ya en otro orden de cosas, en el 1602, el obispo González de Samaniego le dice al papa que en Mondoñedo hay un hospital en el que se atiende a un gran número peregrinos que van a Compostela. Y que los peregrinos sean tantos le hace anotar al prelado que quizás el protestantismo no tenga, por Europa adelante, tanto predicamento como se decía. El obispo Navarrete, en 1705, dice que todos sus diocesanos, clérigos incluidos, son, por lo general, pobres; pero enseguida le advierte al papa de que tan pobres como «cumplidores» y de «buenas costumbres». En el XVIII, el obispo López Borricón, de grandes entusiasmos carlistas, dice que el norte gallego está poblado, sobre todo, en forma de «pequeñas aldeas», y habla de su interés como prelado en la moral y en la liturgia. Y ya en 1917 el obispo Solís, que (ese sí) llevó su informe en persona al papa, también recalca que las gentes de la diócesis (y del norte) son, esencialmente, pobres.
Lo dice Segundo Pérez López: «Han sido muchos años de trabajo con la documentación romana, este es un proyecto que para mí ha supuesto un gran esfuerzo, y ya estaba deseando ver impreso el libro, que creo que nace de otra forma de escribir la historia», asegura.«A este tipo de documentos, a documentos que ahora comienzan a ser editados en toda Europa -añade el deán de la catedral de Santiago-, no se les ha prestado en España, hasta ahora, la atención que merecen. Se les consideraba poco fiables, una literatura que a menudo tenía como fin último ser laudatoria para el propio obispo, pero hoy ya sabemos que no es exactamente así. Estos informes, en especial al ser contrastados con otras fuentes, nos permiten conocer la intrahistoria de un territorio con una profundidad a la que de otra manera no podríamos llegar», elogia.
Fuente: La Voz de Galicia
Pérez López: «Han sido muchos años de trabajo con la documentación romana»