Quiero hablar de todas las aguas que recorren la Biblia: de las grandes y de las pequeñas, de las dulces y de las saladas, de las de arriba y de las de abajo, de las reales y de las simbólicas… En fin, preparad los paraguas… O no: dejaros empapar.
Palestina está situada en el centro del llamado “Creciente fértil”, flanqueado por los ríos de Mesopotamia al este y por el Nilo al oeste. De espaldas al Mediterráneo. Está cerrada al oriente por el Lago de Galilea y el río Jordán. Este va hundiéndose cada vez más en la tierra para terminar en la gran depresión del Mar Muerto. Geológicamente, aquí comienza el Gran Valle del Rift, que llegará casi hasta Mozambique. No se puede decir que sea una tierra rica en aguas.
Las aguas primigenias
El agua, al ser un elemento imprescindible para la vida, aparece en todas las cosmogonías, en muchas de ellas convertida en dios. Así en la cosmogonía mesopotámica “Tiamat” representa la fuerza caótica y devastadora del agua, hasta que Marduk –el organizador del cosmos- reduce su cuerpo en dos para con sus despojos realizar la creación. Pero en la Biblia, el agua es un ser sometido al poder de Dios.
La voz agua aparece 582 veces en el Antiguo y cerca de 80 veces en el Nuevo Testamento. Su primera y última página ponen el agua como elemento dominante: “el Espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas” (para fecundarlas) y “… Quiene tenga sed,que se acerque; el que quiera, tome gratuitamente agua viva” Gén. 1.2 Ap. 22,17.
Las aguas purificadoras
Pero también se nos habla de unas aguas de purificación y castigo, como fueron las del Diluvio. Todo se disuelve en el agua, la historia queda abolida; nada de lo que existía antes permanece después de una inmersión en el agua. Desintegrando toda forma, aboliendo toda historia, las aguas poseen esta virtud de purificación, de regeneración, de re-nacimiento, porque el que se sumerge en ellas “muere” y, saliendo de las aguas es semejante a un niño sin pecado y sin..historia, capaz de iniciar una nueva vida. “… Dentro de siete días haré llover sobre la tierra durante cuarenta días con sus noches, y borraré de la superficie del suelo a todos los vivientes que he hecho” Gén.7,4 ss. * Es interesante constatar que mitos del diluvio aparecen en otras culturas (cerca de 302).
De ahí las aguas del bautismo. La comunidad de Qumram practicaba muchos ritos de ablución; todavía hoy se ven en sus ruinas los restos de muchas piscinas. No sabemos la relación que tuvo Juan Bautista con los esenios, pero cronológicamente coincidió su práctica de bautismo penitencial en el Jordán con las prácticas esenias. Jesús quiso comenzar su vida pública haciéndose bautizar por Juan Lu.3,21.
En su primer encuentro con Nicodemo, Jesús le anuncia que va a ser necesario nacer de nuevo, “del agua y del Espíritu”.Por mandato expreso suyo, los cristianos habrían de ser incorporados a la comunidad pasando por las aguas del Bautismo. Esta práctica es mucho más expresiva en las iglesias orientales (inmersión) y menos, casi estilizada, en las latinas (intinción) Jn.3. Mt.28,19.
Ya en la profecía de Isaías se amenaza con el castigo, porque “este pueblo desprecia las aguas de Siloé que corren mansas…” y vendrá sobre él las de Damasco y las de Asiria. El anuncio del Enmanuel se realiza “junto al canal de la alberca de arriba..” En sus tiempos: “…sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación”. Más adelante anunciará:”… los pobres y los indigentes buscan agua y no la encuentran, su lengua está reseca por la sed.Yo,el Señor …haré brotar ríos en cumbres desoladas, en medio de los valles, manantiales, transformaré el desierto en marisma y en el yermo fuentes de agua…” Is.7,3. Is.12,3. Is,41, 17 ss.
Jeremías se lamenta de que su pueblo haya abandonado al Dios, fuente de agua viva y caiga en la idolatría, abriendo cisternas agotadas, “que no tienen agua”… Jer.2,13.
En la grandiosa visión de Ezequiel las aguas van brotando del costado del Templo, cada vez más abundantes, purificándolo y vivificándolo todo a su paso, hasta llegar al mar de las aguas pútridas que quedan saneadas Ez.47.
Las aguas del Éxodo
En el Éxodo, la epopeya de la liberación, Moisés = salvado de las aguas del Nilo, se pone al frente de su pueblo para llevarlo a la Tierra Prometida atravesando el Mar Rojo.Será un recuerdo mítico, casi fundacional, en la historia de Israel. En Mará las aguas amargas se vuelven dulces. Caminando por el desierto, en Masá y Meribá, el pueblo, torturado por la sed, clama a Dios y y éste le regala el agua que mana de la roca del Horeb. Ya con Josué al frente las tribus entrarán en la “tierra que mana leche y miel” a través de las aguas del Jordán Ex.15,2. Ex.17.
Los encuentros junto al pozo
En la historia de los patriarcas los pozos son el lugar de encuentro para los contratos de las bodas de Isaac, Jacob… Así, junto al pozo de Najor , en la tierra de Arán, se “negocia” la unión de Rebeca con Isaac. En el de Labán se encuentran Jacob y Raquel… Moisés, que había sido “salvado de las aguas”, y huido a Madián, encontró a su esposa Séfora junto al pozo… Agar, la esclava de Abrahám, en su huida por el desierto con su hijo Ismael, encuentra descanso y consuelo junto al pozo Gen.16.
En torno a los pozos y a las fuentes se tejía la vida social, sobre todo a través de las mujeres, que son las que gestionan el agua. Hace poco veíamos la película La fuente de las mujeres de Radu Mihàleanu, donde se describe este tema en el Oriente actual. Pero también son frecuentemente objeto de disputa y hasta de lucha entre los pastores que llevan sus reses a abrevar.
Y el encuentro más significativo de todos: Jesús con la Samaritana. Ella va a buscar agua para su casa y se encuentra con el “agua viva”. Así se presentará el Señor públicamente: “el que tenga sed, que venga a mí y beba…”. Poco después, la víspera de su pasión, en un gesto asombroso de amor y servicio, se pondrá a los pies de sus discípulos para lavárselos Jn.4. Jn.7,37-38. Jn.13.
El Libro de los Jueces
En el libro de los Jueces, Débora canta las aguas del torrente Quisón ; y más adelante el caudillo Gedeón escogerá a sus mejores soldados bebiendo en una fuente. En la epopeya de Sansón hay un momento en que, cansado y sediento invoca al Señor y éste hace brotar el agua para refrescarle Jue.4. Jue.7. Jue.15,19-20.
El ciclo de Elias y Eliseo
Tanto en el ciclo de Elías, como en el de Eliseo, las aguas tienen su protagonismo. En el primero la carencia –la sequía- aparece como un castigo de Dios por la idolatría de Ajab y su pueblo. Pero con el perdón divino vuelve la lluvia y la fertilidad. Eliseo tiene aquél episodio conocido de la curación de Naamán, el leproso, quien al principio desprecia las aguas del Jordán (hay mejores ríos en Damasco), pero termina obedeciendo al profeta y bañándose en las aguas que le curan.
Los Salmos del Agua
En un somero recorrido he encontrado al menos 30 que tienen como tema el agua o la aluden de diversas maneras. Menciono los más conocidos: 1,3: “(el justo) será como un árbol plantado al borde de la acequia.. “23: el Buen Pastor…. me conduce hacia fuentes tranquilas.. 42: “Como busca la cierva corrientes de agua…”. 50(51): “Lávame y quedaré más blanco que la nieve..”. 63: “Mi alma tiene sed de Ti..”. 137(136): “Junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar..” ( el famoso “Super flumina”), que canta la nostalgia de los desterrados.
El Agua de Caná
El evangelio de Juan, en su segundo capítulo, relata el primer “signo” realizado por Jesús ante los apóstoles. El vino se ha acabado y –a petición de María- ordena llenar de agua las seis tinajas de piedra destinadas a las purificaciones de los judíos y las convierte en ¡¡seiscientos litros!! del mejor vino nunca probado por labios humanos, hasta el punto de que el mayordomo quedó asombrado y lo comentó con el esposo… Jn.2.
Las aguas de Genesaret
El lago de Genesaret o de Galilea fue el principal escenario de la actividad de Jesús: Cafarnaún, Betsaida, Magdala… No consta que estuviese nunca en Tiberíades, la ciudad levantada por los romanos en honor del emperador Tiberio. Tampoco se habla de Séforis (Tsipori).Por sus riberas fue llamando a sus discípulos –en su mayoría pescadores-, al borde del agua se agolpaban las gentes para escucharle, sus aguas encrespadas fueron ocasión de mostrar su gloria, ellas llenaron las redes de la pesca milagrosa y fueron testigos del caminar del Maestro. Su nombre se deriva de la palabra “kinnar” = arpa, por su forma.
Las aguas del Jordán
El río Jordán es la principal vena acuífera de Palestina. Nace en las faldas del Monte Hermón, cerca de Cesarea de Filipo ( Banias), atraviesa el Lago de Tiberíades y va a desembocar en el Mar Muerto. Su longitud total es de unos 300 km. Y recibe las aguas de dos afluentes principales, el Yarmuk y el Yabok, ambos por su margen oriental. Es el testigo de muchos hechos históricos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento Jesús Se proclama a sí mismo como fuente del agua viva del Espíritu Jn.7,17-19. Realiza las curación del paralítico junto a la piscina de Betesda, la de los cinco pórticos. (Cuando estuvimos allí, la estaban excavando, detrás de la iglesia de Santa Ana) Y al ciego de nacimiento le manda ir a lavarse a la de Siloé, que está bajando del Monte Sión hacia el torrente Cedrón Jn.9,7.
“Aqua lateris Christi, lava me…”
Lo pongo así, en latín para recordar la invocación del “Anima Christi”. Es una oración de origen desconocido, que S.Ignacio de Loyola popularizó al incluirlaen sus Ejercicios Espirituales.
El músico romano Marco Frisina le puso música, hoy extendida por todo el mundo.
Los Santos Padres han comentado la simbología de esta agua, relacionándola con la fuente bautismal y con el nacimiento de la Iglesia.
Finalmente, en el libro de los Hechos figura aquél pasaje en que el diácono Felipe evangeliza al eunuco de Candaces, el cual, al ver el agua, le pide que le bautice.
Fuentes
• “El agua en la Biblia” Humberto Jiménez G. (Servicio Bíblico Latinoamericano)
• “Diccionario de la Biblia” Xabier Pikaza (Verbo divino,”2007.