Más de 90 personas reclusas recorrieron el Camino de Santiago

El pasado sábado concluyó la peregrinación de internos de la cárcel de Teixeiro que acompañó el obispo diocesano, monseñor Fernando García Cadiñanos. En ella participaron nueve personas privadas de libertad, junto con cuatro funcionarios educadores y cinco voluntarios de la Pastoral Penitenciaria. La ruta partió el martes 3 de octubre de la Domus Ecclesiae de Ferrol, donde los participantes se reunieron para compartir un desayuno. La primera etapa concluyó en Betanzos, en el albergue de acogida cristiana que allí funciona; el segundo día el grupo finalizó en Bruma y la tercera etapa llegó hasta Sigüeiro, para finalizar el sábado en Santiago de Compostela.

Se trata de una actividad promovida por la comisión de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española, que preside nuestro obispo diocesano. Simultáneamente a la de Teixeiro, participaron otras nueve prisiones españolas, lo que hizo que en la catedral compostelana se reunieran en la Misa del Peregrino más de 90 reclusos y unos 40 educadores-voluntarios. La eucaristía, presidida por monseñor García, contó con una ofrenda realizada por los propios reclusos. En su respuesta, el obispo animó a prolongar «la experiencia del Camino, sobre todo en la llamada a la auténtica libertad y fraternidad. Estamos llamados a ser libres, porque el Señor nos ha liberado. Un camino, el de la libertad, que siempre es difícil, pero para el que contamos con la ayuda y gracia de Dios».

Tras la eucaristía, en el salón de actos de San Martiño Pinario, todos los participantes se reunieron para compartir sus experiencias. Se pudieron escuchar diez testimonios de internos que compartieron su proceso personal a lo largo del Camino.

Para el obispo diocesano, la experiencia ha sido magnífica, «una oportunidad para convivir con personas a las que normalmente rechazamos, descubriendo su corazón y sus esperanzas. Una gracia de Dios que nos habla a través de los pequeños».