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El acto tuvo lugar en el salón de actos de la Casa de la Juventud (antiguo edificio de la Sociedad de Obreros Católicos). Pedro Díaz Fernández, presidente del cabildo catedralicio de Mondoñedo, fue el encargado de realizar la presentación del pregonero.
En su alocución, monseñor Luis Ángel puso énfasis en el símbolo más importante del cristiano:
"En el centro está la cruz. El signo más importante de nuestra memoria cristiana. En la cruz, necedad para los que no entienden a Jesús, está la sabiduría de Dios (…) Porque nos muestra que el camino de la gloria es el del abajamiento y la humildad".
"¿Qué siento al contemplar, al mirar la cruz este año? ¿Qué dolores, pecados, heridas de este mundo, de mis hermanos y mías propias veo en el árbol de la vida? ¿Qué recorrido de mi existencia querría desenclavar ahora para evitar sufrimiento a alguien, a mí mismo, en este instante y en todas las noches oscuras que roban al descanso el sosiego del espíritu humano?".
"La cruz nos habla, nos sugiere, nos inspira. La cruz refleja dolor profundo y lacerante. Pero también la cruz es 'porta vitae', puerta de la vida, que queremos franquear con ganas, hasta con ansias y con necesidad".
"La sabiduría de la cruz está ante nosotros".