Naciones Unidas, con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas, nos invita a no dejar a nadie atrás, a visibilizar una realidad oculta, estar atentos y dotarnos de las herramientas adecuadas para llegar a todas las víctimas y que nadie quede atrás.
Son muchas las dificultades que obstaculizan este ambicioso reto, pero no imposible. En esta gran comunidad que somos, toda persona puede aportar. Todos y todas somos necesarios para llegar a quienes son víctimas de trata o pueden llegar a serlo, cuya dignidad está siendo agraviada y cuyos derechos fundamentales están siendo vulnerados. Como Iglesia, estamos llamados a defender siempre la dignidad de todo ser humano.
Para llegar a las víctimas también es necesario romper con la cultura de la indiferencia y fomentar la cultura del cuidado y del encuentro. El papa Francisco insiste mucho en esta cuestión. Somos responsables de nuestros hermanos y hermanas, no podemos mirar para otro lado.
El mensaje para la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata, que celebramos el 8 de febrero, memoria litúrgica de santa Josefina Bakhita, nos proponía para este año cuatro acciones y un modo muy concreto de llevarlas a cabo. La primera de ellas era “caminar con ojos abiertos para RECONOCER procesos que llevan a millones de personas, especialmente gente joven, a la explotación y la trata de personas”. Nos hacemos eco de este llamamiento de la Iglesia a caminar con esta actitud que, como el buen samaritano, nos permita ver y reconocer, para que nadie quede atrás y juntos podemos llegar a todas las víctimas.
Departamento de Trata de Personas de la CEE
Delegación diocesana de Migrantes, Refugiados y Trata
⛓️Francisco alerta contra la #Trata: "Es una realidad terrible que no puede seguir siendo invisible"
▶️Se une al #DíaMundial contra la #TratadePersonas e invita "a no dejar a nadie atrás"
👉🏻 @PastoralSocial9 https://t.co/7wgQw63d04— Ecclesia COPE (@ecclesiacope) July 30, 2023