María de Nazareth seguro que cantaba para arrullar al niño Jesús o cuando lavaba y tendía la ropa con sus vecinas de Nazareth. También cantaría en las fiestas religiosas. No me la imagino ululando como suelen hacer las mujeres de oriente para expresar su alegría, pero….
De todas formas, esto no va sobre María cantando, sino sobre cómo se honró a María con la Música a través de la Historia. Me ceñiré –salvo excepciones- a la Iglesia de Occidente.
Las primeras melodías
Que yo sepa –y sé muy poco- el primer canto a María del que tenemos constancia es el “Sub tuum praesidium” (= “Bajo tu amparo nos acogemos”..), que aparece en el llamado “Papiro de Oxirrinco”, hallado en esa zona de Egipto. S.Ambrosio de Milán (s.IV) compuso otras melodías; algunas de ellas todavía subsisten en el rito ambrosiano.
Canto gregoriano
Ave María.- La primera parte está formada con las palabras del Angel Gabriel en la Anunciación y el saludo de Isabel en la Visitación (Luc.1). El “Sancta María” surge de la proclamación de María, como Madre de Dios en el Concilio de Efeso (431).
Salve Regina.- Es muy posterior. Se le atribuyó a S.Bernardo (s.XII), quien parece sólo le añadió el “O Clemens, o pia” final, y a otros varios, como nuestro S.Pedro de Mezonzo, obispo de Compostela. Fue aprobada en el s.XIII por el papa Gregorio IX.
Magnificat.- Es la respuesta de María al saludo de Isabel. raron al Oficio de Vísperas. Está inspirado en el cántico de Ana, madre de Samuel (1Sam.,2,1-11).
Ave, maris Stella.- El título de Stella Maris procede del episodio de Elías en el Monte Carmelo (1Re.18,41,ss.). Se atribuye a Venancio Fortunato (s.IX). Curiosamente es el himno de Acadia (zona francófona de Canadá, lindando con Nueva Escocia y Nueva Brunswick. Lope de Vega escribió una versión poética en castellano.
Regina Coeli.- Es el himno pascual de felicitación a María. La leyenda se lo atribuye a S.Gregorio Magno, aunque probablemente se deba a otro Gregorio V. Se cantaba ya en el s.XII y, a partir del XIII lo popularizaron los Franciscanos.
Alma Redemptoris Mater y Ave Regina Coelorum son las otras salutaciones marianas con las que finaliza el oficio de las horas en otros tiempos litúrgicos. La primera se atribuye a Hermann Contractus (s.XI), y la segunda aparece por primera vez en un manuscrito del s.XII.
Polifonía Sacra hasta hoy
Ave María
Desde la sublime de Tomás Luis de Victoria, vienen todas las demás,(aunque ya la habían compuesto Josquin des Prés y Johannes Ockeghem (s.XV). Mencionemos algunas como la del inglés W.Byrd (s.XVI-XVII). Superconocida la de Franz Schubert, a la cual él puso la letra de “La dama del lago” de Walter Scott (Canción de Ellen), pero luego se cantó siempre con el texto latino. La otra también famosa es la de Charles Gounod, basada en el Preludio en Do mayor del Clave bien templado de Bach. Estos días estuve escuchando cómo la cantan Andrea Bocelli y el niño noruego Aksel Rykkvin. Una maravilla.
Especiales las operísticas de Verdi (Otelo) y la de Mascagni (Cavalleria rusticana). Curiosa la historia de la atribuída a Giulio Caccini (s.XVI-XVII) por su verdadero autor, Vladimir Vavilov, compositor ruso contemporáneo. Bruckner escribió tres versiones diferentes. Massenet adaptó la melodía de la Meditación de Thais. Poulenc la incluyó en un coro de su ópera “Diálogos de Carmelitas. Y así hasta hoy, incluyendo a nuestros Pedrell, Guridi, Turina, Mompou y Pau Casals, sin olvidarnos del japonés Kentaro Sato. En la música popular queda el recuerdo de aquella “Ave María no Morro”de Heriberto Martins, que cantaba: “..E quando o Morro escurece/elevo a Deus una prece:/Ave María”…
Salve Regina
Comenzamos por compositores del S.XV: J.Ockeghen y Josquin des Pres. A partir de Victoria, Guerrero, Palestrina y Lasso, tenemos a Monteverdi , con su Vespro della B.V.Maria. Vivaldi y luego casi todos los compositores del Barroco Italiano, como Pergolesi, Scarlatti, Porpora, etc. tienen sus versiones . Y en el barroco español J.García de Salazar, Maestro de Capilla de la Catedral de Zamora(s.XVII-XVIII), también compuso una Salve. Haydn, Mozart (KV 92) en Fa mayor y su modesto oponente Salieri .. Schubert compuso al menos cuatro versiones. Mendelssohn, Liszt, y así, pasando por Fauré, Poulenc (final de “Diálogo de carmelitas”) y nuestro Granados, llegaríamos a los contemporáneos, el estonio Arvo Pärt, y el inglés Lloyd-Weber en el Musical de “Evita”, con el título de “Requiem”.
En el “Homenaje al Seminario de Mondoñedo” veo que el amigo José Luis Caruncho rescata aquél “Ruinas de un Monasterio” de Staël , que cantábamos en la Coral del Seminario y que termina con aquella estrofa: “…Rugió la tormenta,/pasó el vendaval/fiera en ti se ensañó sin piedad,/y tu esplendor, al expirar,/al coro de monjes oyóse cantar: Salve Regina, Salve Regina…
Magnificat
Parece que comenzó a componerse a partir de 1400, pero no conocemos esas versiones hasta que llega la Polifonía del Renacimiento. Los españoles Morales, Victoria, con varios cada uno, y Sebastián Aguilera de Heredia, quien compuso nada menos que treinta y seis Magnificat. El más importante de todos es el de J.S.Bach (BWV243), compuesto en forma de Cantata, para las Vísperas de Navidad de 1723. La versión que conocemos es la que reescribió en Re mayor. Otros notables son los de Claudio Monteverdi, incluido en su Vespro della B.V.M., el de A.Vivaldi (RV610.11) el del austro-checo Jan Dismas Zelenka, Domenico Scarlatti, Mozart (en sus Vespere Solemni de Confesore) Franz Schubert, Anton Bruckner,etc.. Y ya en nuestros tiempos: Arvo Pärt, John Rutter, el del Director Musical de la Diócesis de Roma, Marco Frisina. Todos los que hemos estado en Taizé hemos cantado los dos Magnificat, uno en forma de canon y otro coral. Hay un dato histórico interesante: el escritor Paul Claudel (1868-1955) se convirtió al catolicismo escuchando el Magnificat en las Vísperas de Navidad en Nôtre Dame de Paris. Seguro que Dios lo tenía ya “tocado” interiormente.
Otra músicas marianas
Cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio (1252). Son 432 composiciones monódicas, al estilo trovadoresco, cantando las alabanzas y los milagros de Nuestra Señora.
Juan de la Encina (s.XV-XVI) escribió muchas loas a María, entre ellas la de: “Pues que Tú, Reina del cielo, tanto vales, da remedio a nuestros males”.. Figura en el Cantoral Litúrgico Nacional, con melodía de nuestro Xavier Méndez Pérez-Fanego.
El músico austro- checo, FranzX.Biber (s.XVII-XVIII) compuso una sonata para cada uno de los Misterios del Santo Rosario, por orden del Arzobispo Colloredo.
Las Letanías Lauretanas en alabanza de María todavía siguen rezándose hoy a continuación del Rosario. Llamadas así por haber surgido en torno al santuario mariano de Loreto (Italia), aparecen ya en un manuscrito del s.XII, pero hasta el papa Clemente VIII (1.601) no recibieron una aprobación definitiva. Muchos compositores les pusieron música, entre ellos Mozart (KV145, en Re Mayor).
Aterrizando ya en España y en tiempos más cercanos recordemos los innumerables himnos a las Patronas, desde el Rocío, subiendo hasta el Virolai de Montserrat (“Rosa d´abril, morena de la Serra….), pasando por el solemne del Pilar (“Virgen Santa, Madre mía “) hasta nuestra humilde Rianxeira (“A Virxe de Guadalupe…). Por cierto, da gusto escuchar cómo la canta Linda Ronstadt y Los Lobos en el dobre CD “Discover” de nuestro gran Carlos Nuñez. Los mejicanos sí que cantan con mil tonadas a su Guadalupana.
Por si se enfada algún amigo marino, mencionaré la “Salve Marinera”, con letra de Mariano Méndez Vigo y música de Cristóbal Oudrid, autor de zarzuelas y música para banda (muy conocido su “Sitio deZaragoza”). De hecho la Salve está tomada de la zarzuela “El molinero de Subiza” (1.870). Parece que la mejor manera de cantarla es marcando el paso. La calidad, tanto de la letra como de la música, es mediocre.
El Mozart más devoto
Sancta Maria, Mater Dei (K273)
Mozart tenía 21 años. Antes de salir con su padre y con su madre hacia Augsburgo, Mannhein y París, se encomienda a la Virgen María componiendo esta oración como Gradual de la Misa de la Natividad de Nª Sª (8 de septiembre).
Sancta Maria, mater Dei,
ego omnia tibi debeo,
sed ab hac hora singulariter
me tuis servitiis devoveo.
Te patronam,
te sospitatricem eligo.
Tuus honor et cultus aeternum
mihi cordi fuerit,
quem ego nunquam deseram
neque ab aliis mihi subditis
verbo factoque violari patiar.
Sancta Maria, tu pia
me pedibus tuis advolutum recipe,
in vita protege,
in mortis discrimine defende.
Amen.
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Santa María,Madre de Dios,
yo te lo debo todo a Ti,
pero desde este momento
especialmente
me entrego a tu servicio.
A ti te elijo como patrona
y protectora.
Tu honor y tu culto
permanecerán eternamente
en mi corazón,
y nunca los abandonaré
ni toleraré que nadie
que de mí dependa los traicione.
Santa María,tú piadosa recíbeme postrado a tus pies,
protégeme en la vida,
y en el momento decisivo de la muerte defiéndeme.
Amén.
Como soy un mozartiano confeso, he querido terminar con esta joya de su devoción mariana. Cuando la escucho me da la impresión –con su “tempo affrettato”= apresurado- de que está escrita con sello de urgencia y el pie en el estribo.
· Fuentes: Wikipedia y 'Enciclopedia de la Música', de Frank Onnen. Madrid, 1967; además de 'Historia de la Música', Madrid, Susaeta; “Orar con música”, de Rafael Arce, Madrid, Freshbook, 2016; 'La Biblia cultural', Madrid, PPC-SM, 1998, pp. 1830-1833.
· Casi todas estas músicas se encuentran en YouTube.