Llevo ya un tiempo entre vosotros. En numerosas ocasiones hemos compartido celebraciones, encuentros y momentos de oración, de reunión, de formación y de fraternidad. A lo largo de estos más de dos años que llevo entre vosotros nos hemos ido conociendo y queriendo. Llegado este momento, he considerado oportuno comenzar la visita pastoral a la diócesis. Y hacerlo por el arciprestazgo de Ferrol.
La visita pastoral es una oportunidad para que el obispo conozca la comunidad diocesana pero, sobre todo, una ocasión para reanimar y revitalizar la vida cristiana tanto individual como comunitaria. Vivimos tiempos complejos y difíciles, donde es más necesario que nunca crecer en experiencia y en comunidad y animarnos mutuamente en el camino de fe. Como Jesús a sus apóstoles, me gustaría reforzar nuestra vocación a ser discípulos misioneros, que descubran la belleza de la fe, que no tengan miedo a vivirla y a compartirla con nuestro mundo, contribuyendo así a su transformación. Como tantas veces nos dice el Papa, necesitamos una “Iglesia en salida”.
La visita pastoral es también una oportunidad para agradecer y visibilizar tantos esfuerzos evangelizadores que se realizan en nuestras parroquias, arciprestazgos, comunidades… Constituye, además, un momento adecuado para entrar en relación con personas, instituciones y realidades que participan en la construcción del bien común de nuestra sociedad, y con las que la Iglesia está llamada a tender puentes. Es un tiempo oportuno para el encuentro personal y comunitario, para la escucha mutua sobre lo que nos preocupa, para acoger lo que Espíritu quiera decirnos. Sin duda, es un tiempo de gracia.
Además, fundamentalmente ha de ayudarnos a crecer en comunión como Iglesia diocesana, sintiéndonos parte de un mismo pueblo de Dios diverso y complementario. Mi visita quiere ayudar a llevar adelante los proyectos que nos traemos entre manos como Iglesia de Mondoñedo-Ferrol en el presente curso pastoral: crecer en sinodalidad y en comunión a través de las estructuras de comunión; fortalecer comunidades vivas y comprometidas con un ejercicio de los diferentes ministerios y el funcionamiento de las unidades pastorales (UPA); animar la experiencia de fe en la vida de jóvenes y familias; acompañar situaciones de especial fragilidad; despertar el primer anuncio y el acompañamiento…
Siento, en ese sentido, que continuamos una práctica de siglos: también Pablo y Bernabé, en los inicios de la Iglesia, fueron visitando las comunidades en las que previamente habían anunciado la palabra del Señor (cf. Hechos 15, 36). También hoy, como sucesor de los apóstoles, me acerco a vosotros para confirmaros en la fe, animaros en la esperanza y alentaros en la caridad.
Gracias por acogerme y caminar juntos sinodalmente. Pidamos que el Espíritu acompañe nuestros encuentros. Oremos para que los frutos de la visita sean los más oportunos. Que la Virgen de Chamorro, patrona de Ferrol, interceda por nosotros.
Vuestro hermano y amigo.
Fernando García Cadiñanos
Obispo de Mondoñedo-Ferrol
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Visita pastoral: calendario, materiales y documentos oficiales