Ana, joven recién bautizada: «El bautismo no es sólo un rito sino el comienzo de algo muy real con Dios»

La noche de la Pascua, durante la Vigilia Pascual, es el día propio en el que los catecúmenos, aquellos los adultos que quieren recibir el bautismo y se han preparado para ello, de manos del obispo, reciben los tres sacramentos de la iniciación cristiana: bautismo, confirmación y eucaristía.

El pasado sábado 19 de abril, en la catedral de Mondoñedo, pudimos acompañar a una joven de quince años, Ana, que se preparó durante el último año en la parroquia de Ribadeo a través de varias catequesis y encuentros periódicos. Tras la celebración, nos acercamos a ella para conocerla y compartir su experiencia ante el bautismo.

Ana, cuéntanos algo de ti…
Me llamo Ana y tengo 15 años. Nací en Paraguay, llevo en España tres años y actualmente vivo en A Pontenova. En nuestra familia somos tres hermanas, dos de ellas se están preparando para recibir la confirmación y una más para un día recibir el bautismo.

¿Por qué has decidido bautizarte?
Ha sido una decisión que venía pensando últimamente. Finalmente me decidí por invitación de mi madre. Quise bautizarme porque quiero acercarme más a Dios y comenzar un camino de fe.

¿Qué significa para ti ser cristiana?
Pues tener una relación viva con Dios, confiar en su amor y tratar de seguir el camino de Jesús en mi vida diaria. Eso es lo que he ido descubriendo a lo largo de este proceso.

Durante tu proceso de catecumenado has podido acercarte a un mejor conocimiento de Jesús y lo que significa. ¿Qué es lo que más te llama la atención de su figura?
Sin duda su capacidad de amar sin límites, incluso a quienes lo rechazaban. Lo vemos en la cruz, donde perdona a los que le están matando.

¿Cómo has vivido el tiempo de preparación?
Tuve diferentes encuentros para conocer mejor lo que es ser cristiana. Con don Gonzalo, el párroco de Ribadeo que nos ha preparado, me he sentido muy a gusto. Además hemos sido un grupo donde compartimos diferentes temas y reflexiones. El día de la celebración me sentí algo nerviosa, pero poco a poco me encontré mucho mejor. Me encantó poder vivir esa experiencia.

La celebración de la Vigilia Pascual en la que te bautizaste es una celebración muy rica en simbolismos y con momentos hermosos. ¿Con qué te quedarías de la celebración de tu bautismo?
Sin duda, lo que más me gustó fue la presencia de mis familiares y toda la celebración pascual.

En estos tiempos no es muy normal que un joven se bautice. Al contrario, son muchos los que no quieren saber nada de su fe. ¿Qué le dirías a un joven de tu edad que todavía no está bautizado? ¿Cómo le animarías a ser cristiano?
Les diría que yo tenía dudas, pero me di una oportunidad y fue lo mejor de mi vida: ser cristiana y acercarte más a Dios, sentir esa paz. Y que no sólo es un rito, si no que también es el comienzo de algo muy real con Dios.