Diecinueve candidatos a los ministerios laicales finalizaron su formación anual

Uno de los objetivos planteados a lo largo de este curso 2024-25 era el del acompañamiento y formación de los candidatos a los ministerios laicales. Se trataba de identificar algunas personas de nuestras comunidades parroquiales que pudieran iniciar este proceso formativo con vistas a una formación serena y la recepción futura de un ministerio que les visibilice en la comunidad y les capacite para la colaboración más intensa con el ministerio ordenado.

Durante el curso, diecinueve participantes, cuatro varones y quince mujeres, entre ellas algunas religiosas implicadas en la pastoral parroquial, realizaron este proceso que comenzó el 23 de noviembre con un encuentro con el obispo y que concluyó la pasada semana. Proceden de Ferrol, Vilalba, Viveiro, Narón, Foz, Lourenzá y O Valadouro. Todos los candidatos colaboran habitualmente en las parroquias y UPA, ya sea en la liturgia o en la catequesis, o en ambos ministerios. Incluso algunos en las celebraciones dominicales de la Palabra.

Proceso formativo: lectura, estudio y diálogo

El proceso formativo consistió básicamente en la lectura, estudio y diálogo desde un temario procedente del Compendio del Catecismo y el material complementario “Para dar razón de nuestra fe” de la Conferencia Episcopal Española, que abarca cuarenta y tres temas: la profesión de fe, la celebración del Misterio cristiano, la vida en Cristo y la oración cristiana. Lo que se pretendía es que las fichas fueran estudiadas individualmente, que respondieran a las preguntas que allí se señalan, que las intercambiaran con un acompañante y que, en sesiones grupales a forma de seminario, fueran dialogadas dudas, propuestas, sugerencias… Junto a las cinco sesiones comunitarias mantenidas en Vilalba, también participaron en los momentos de oración-reflexión promovidos por la diócesis en los encuentros de Adviento y Cuaresma.

Riqueza de carismas

En palabras de Antonio R. Basanta, vicario para la Sinodalidad y responsable de este proceso, “todos los participantes han mostrado mucho interés e ilusión en su formación, llevando el temario al día y participando en los diálogos y puestas en común». Durante el próximo curso, aseguró, «hemos de seguir avanzando en este acompañamiento para que los ministerios en nuestra Iglesia expresen la riqueza de carismas que en ella se encierran”.

Para la diócesis se abre un camino que espera ser de esperanza y riqueza de cara a que nuestras comunidades puedan seguir reuniéndose y organizándose adecuadamente.

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Imagen: A. Tran