La religiosa, de noventa y tres años de edad, recibirá cristiana sepultura en el cementerio monástico
Ayer lunes, cuando estamos celebrando la Pascua de resurrección del Señor, fallecía a los noventa y tres años de edad y sesenta y tres de vida religiosa, en el monasterio de la Concepción de Viveiro, la madre María Lourdes Rodríguez López. Religiosa muy querida y estimada en nuestra ciudad donde había ingresado en el convento de Santa María (como se conoce popularmente) a los treinta años de edad.
Natural de Lugo, estudió Magisterio pero nunca quiso ejercer y prefirió realizar otros oficios más humildes. Imitando a santa Beatriz, no tuvo nunca pretensiones de alcanzar prestigio. Y en todo momento aspiró a vivir la radicalidad del Evangelio apostando por los valores del Reino y profesando los consejos evangélicos.
En el año 1960 el monasterio abrió sus puertas para dedicarse, algunas monjas, a la enseñanza; la madre Lourdes ejerció de directora como acto de obediencia y servicio.
Elegida abadesa, desempeñó este oficio dieciocho años en diferentes etapas, preocupada siempre por edificar una comunidad fraterna en Cristo y siendo ejemplo de servicio y amor, procurando ser siempre la última a imitación del Señor.
Desde la celosía de su celda contemplaba la imagen de la Virgen de Lourdes en su gruta, a la que oraba con mucha devoción, su madre Inmaculada.
Recordando a sor Lourdes, decía un sacerdote: "Siempre la he visto como una mujer con una dulzura humilde y una humildad muy dulce".
Como a las mujeres del Evangelio estoy seguro que el Señor le ha dicho a nuestra hermana “Alegraos, no temáis, nos vemos en el cielo”.
Mañana se celebrarán en le monasterio las exequias por su eterno descanso y recibirá cristiana sepultara en el cementerio monástico.
Román Escourido Basanta
Delegado de la Vida Consagrada