Los mayores, como agentes de evangelización

Vida Ascendente: celebración diocesana de los santos Simeón y Ana en la Iglesia de San Pablo de Catabois

Este martes, 6 de febrero, en la Iglesia de San Pablo de Catabois (Ferrol), tuvo lugar la celebración eucarística de los santos patronos del movimiento de Vida Ascendente. Este apostolado seglar de personas jubiladas y mayores tiene en San Simeón y Santa Ana a sus figuras emblemáticas, ya que fueron las dos personas -ya de edad avanzada- que se encontraron con Jesús cuando sus padres entraron con él para realizar la presentación en el templo.

Simeón tomó en brazos al niño
y bendijo a Dios diciendo:
Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo
irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para
alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel
.
(Lucas 2, 27-33)

La eucaristía fue presidida por el obispo de Mondoñedo-Ferrol, don Luis Ángel de las Heras Berzal, CMF, y, junto a él, concelebraron don José Couce (consiliario diocesano de Vida Ascendente), don Alfonso Gil (párroco de San Pablo), don Javier Santiago (antiguo párroco), don Ángel Álvarez, don Manuel Díez, don Manuel Grandal y don Albeiro Ospina.

Al igual que en la eucaristía de comienzo de curso que este movimiento de apostolado seglar celebró el pasado 17 de octubre en la Iglesia del Carmen de Valdoviño, al inicio de la ceremonia (tras la monición de entrada y el saludo del obispo) se realizó una ofrenda de flores con una temática concreta, “Los mayores y la evangelización”, ofrenda en la que “un miembro de cada grupo acercó al altar una flor como símbolo del trabajo que se está realizando en Vida Ascendente”. En cada intervalo de esta ofrenda, se fueron explicando algunas de las señas de identidad de este apostolado, en el que los agentes de evangelización “son las personas mayores, es decir, la generación que tiene tiempo para pensar, meditar y buscar los medios de proclamar la Palabra de Dios (…) Los mayores podemos compartir los sentimientos de gozo, alegría y experiencia de la fe, compartiendo nuestra esperanza con humildad, paciencia y sabiduría”. Y se nos recordaba a los asistentes las palabras del Papa Francisco, aludiendo a los abuelos como “la sabiduría de la historia (…), la memoria de un pueblo y [junto con los niños] la esperanza de cada pueblo”; para finalizar esta ofrenda con las siguientes palabras: “Ojalá que nunca se rompa esa cadena que une a las generaciones y las hace protagonistas en una cuestión tan importante como la transmisión de la fe”.

El padre Luis Ángel, en su homilía, agradeció la presencia del centenar de personas que llenaban este martes esta parroquia ferrolana de San Pablo de Catabois, a pesar del frío de estos días, frío que, como señaló el prelado, no debe invadir nunca nuestros corazones; y alentó a todos los miembros del movimiento de Vida Ascendente a seguir con ánimo su camino como agentes de evangelización, aportando a la sociedad y a la Iglesia su fe, su experiencia y su disponibilidad de tiempo.

Nuestros mayores se sitúan, de esta forma, a través de este apostolado seglar, en sintonía con el actual plan diocesano, que arrancó en 2016 y que abarcará D.m. hasta el 2020: el plan diocesano para la misión. Y lo hacen como se deben hacer todas las cosas que merecen la pena y son para gloria de Dios. Lo hacen con alegría. Con el gozo del que sabe que tiene algo hermoso que transmitir: su fe.

 

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