Ofrenda diocesana ante la Virgen de Lourdes

Padre Bueno, nos encontramos hoy en Lourdes. Hemos venido peregrinando desde nuestras tierras de Galicia. Queremos traerte hoy una ofrenda: la ofrenda de este cirio hecho con la cera de las abejas.

Queremos que brille en este santuario y que, de forma simbólica, lleve la luz a tantos rincones de nuestra diócesis de Mondoñedo-Ferrol que necesitan ser iluminados por Jesucristo que es la luz del mundo y por el evangelio.

Te pedimos, Señor, que ilumines con tu luz a nuestros sacerdotes: muchos de ellos son mayores, pero han entregado su vida a nuestro servicio. Te pedimos por todos ellos: dales fortaleza y santidad de vida.

Ilumina también a nuestros seminaristas: dales la luz de tu Espíritu para que puedan seguir el camino de la entrega sacerdotal que les haga llegar a la plenitud de vida.

Encomendamos a toda la vida consagrada de nuestra Iglesia diocesana: a través de sus diferentes carismas, en sus formas distintas de vida, han iluminado nuestra tierra con el evangelio que es siempre escuela de amor.

Ilumina a nuestras familias: fortalece su vida en el amor, concédeles un trabajo digno que les permita cuidar y cuidarse, ayúdales a que sean iglesia doméstica que viva la alegría de la fe.

Te presentamos a nuestros jóvenes: ellos son el futuro de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad, y a veces los miramos con preocupación. Señor, ilumínales en su camino para que descubran la belleza de una vida que encarna el evangelio.

Al ofrecerte este cirio, Señor, queremos presentarte también a las personas que sufren por cualquier causa en nuestra tierra: a los que no tienen trabajo, a los emigrantes que viven lejos de sus hogares, a los presos, a las personas sin hogar y que no tienen lo necesario para vivir, a los que se sienten solos, a los que han perdido un ser querido. Y te pedimos, especialmente, por nuestros enfermos, por los que sufren la enfermedad, el dolor, y el sufrimiento. Dales, Señor, la luz de tu palabra y a nosotros, concédenos ser un hogar de acogida y de fraternidad.

Señor, tú eres la luz del mundo que disipa las tinieblas del pecado y de la muerte.

Al encender este cirio -una sencilla luz en medio de la oscuridad-,
danos la certeza de saber que siempre estamos en tus manos,
pues eres Padre de todos y nos libras del mal.

Al encontrarnos reunidos en este lugar, de la mano de Nuestra Señora de Lourdes,
haznos sentir el amor que vive en tu misma esencia
y que nos lleva a afirmar un solo Dios verdadero en tres personas distintas:
Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Que después de esta peregrinación que hemos hecho, y con la llama de este cirio,
se reavive en nosotros la alegría de la fe y de tu salvación.

Aquí te dejamos la ofrenda de este cirio en nombre de nuestra Iglesia diocesana. Que brille en medio de la oscuridad, que sea signo de la luz que nos llevamos para encender nuestro mundo.

Virgen de Lourdes, Madre de todos los que sufren: llévanos siempre a la luz, no nos dejes en la oscuridad.

AMÉN.

Peregrinación diocesana a Lourdes (2023)