Pastoral
Acompañamiento
La Iglesia acompaña el crecimiento de las personas en los diferentes momentos importantes de su vida. Habitualmente lo realiza a través de los sacramentos:
· Bautismo: El bautismo es el comienzo de la vida de fe. No importa la edad para recibirlo. El sacramento del bautismo se celebra en cada una de las parroquias de nuestra diócesis donde te deberás acercar para conocer las condiciones y formas establecidas. Cuando se es niño se tienen unas catequesis con los padres, responsables de la fe. Si se es adulto, se inicia un proceso de diálogo y formación que llamamos catecumenado. Al finalizar, se reciben los tres sacramentos de la iniciación cristiana: bautismo, confirmación y eucaristía.
· Primera comunión: El sacramento de la eucaristía se recibe por primera vez habitualmente sobre los nueve años. Se hace después de un periodo de catequesis que suele durar unos tres años. Por eso, es necesario inscribirse en la respectiva parroquia para dicho proceso.
· Confirmación: El sacramento de la confirmación, que nos concede el don del Espíritu Santo, se suele recibir sobre los trece años, al comenzar la Secundaria. También puede recibirse en edad adulta. Para la preparación hay que apuntarse antes en las catequesis parroquiales.
· Matrimonio: Si quieres recibir el sacramento del matrimonio debes de acercarte a la iglesia donde piensas contraer matrimonio. Habitualmente habrá de ser una de las parroquias de los contrayentes. Allí te informarán de las condiciones, la documentación a cumplimentar y los cursillos prematrimoniales en los que conviene participar.
· Sacerdote o vida consagrada: Si en algún momento te sientes llamado o atraído por la vida sacerdotal o religiosa, no dudes en acercarte y preguntar. Te acompañaremos en tu discernimiento para conocer lo que el Señor te está pidiendo.
· Enfermedad: El sacramento de la unción de enfermos se recibe como fortaleza en la debilidad y la fragilidad humana. No es un sacramento de muertos, sino de vivos. En los diferentes hospitales de nuestra diócesis hay un servicio de capellanes que están disponibles siempre para celebrar el sacramento y para llevar la comunión. Además, en cada parroquia se suelen convocar celebraciones comunitarias de la unción de enfermos o atenderán cualquier petición en ese sentido.