El trabajo decente no es un cuento

7 de octubre de 2018, Jornada Mundial por el Trabajo Decente

El barrio de Canido y la iglesia de Caranza, en Ferrol, acogerán los actos oficiales

ITD presentará el próximo 3 de octubre, mediante nota de prensa, el manifiesto de esta Jornada Mundial por el Trabajo Decente

Por cuarto año consecutivo, las entidades de inspiración católica que promueven la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) se suma a la Jornada Mundial por el Trabajo Decente del 7 de octubre, convocando durante el próximo mes, en las diócesis del país, gestos, actos públicos, vigilias y eucaristías.

Esta jornada es una de las citas claves para ITD, que desarrolla una amplia actividad para sensibilizar y visibilizar la importancia de extender en la sociedad y en la Iglesia la defensa del trabajo decente. ITD favorece estas dinámicas sobre una cuestión central en la sociedad y esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano decente.

Una Jornada Mundial por el Trabajo Decente que es también compartida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el movimiento sindical mundial y el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos. ITD extenderá esta convocatoria a las más de 200 entidades adheridas a la iniciativa.


CARTA DEL DELEGADO EPISCOPAL DE CÁRITAS DIOCESANA

A mis hermanos sacerdotes

Y a las comunidades cristianas de la Diócesis

Permitidme un recuerdo y una sugerencia:

El recuerdo es más bien una evidencia. La realidad tan vital del trabajo humano está mal-tratada. Lo que es tan central en la vida de una persona, lo que hace posible su desarrollo, su aportación, su satisfacción…. se ha instrumentalizado, reducido a mercancía que se puede comprar o desechar.

La sugerencia es una invitación a reconsiderar este tema y a que encuentre eco en nosotros la propuesta que se nos hace desde Cáritas, Confer, Justicia y Paz, HOAC…. de ayudar a tomar conciencia de la dignidad de la persona trabajadora y de la urgencia de que su trabajo pueda ser realizado en condiciones acordes con esa dignidad.

Orar por ello en las celebraciones del domingo, dialogarlo en las reuniones de grupo, comentarlo con amigos y vecinos ya es un paso adelante. Puede ayudarnos la reflexión y otros escritos que adjunto. El camino será largo. En él nos encontraremos.

Un abrazo.

Alfonso Gil Montalbo
Delegado episcopal de Cáritas
 

Actos en la diócesis

Viernes 5 octubre
· Eucaristía: Iglesia parroquial de Santa María de Caranza, 20:15 horas.

Sábado 6 octubre
· Acto público: lectura de dos cuentos bajo el lema "El Trabajo Decente No Es Un. Cuento" y lectura del manifiesto oficial de la jornada. Parque URBIS (antigua FENYA) de Canido-Ferrol, 12 horas.
 

MANIFIESTO ante la jornada mundial del trabajo decente

Con motivo de la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente del 7 de octubre, las entidades promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente hacemos un llamamiento a todos los agentes que participan en la organización política y social del trabajo a reflexionar, a tomar las medidas necesarias y los esfuerzos oportunos para que el trabajo decente sea una realidad universal e inmediata. «Es imprescindible la colaboración de todos, especialmente de empresarios, sindicatos y políticos, para generar ese empleo digno y estable, y contribuir con él al desarrollo de las personas y de la sociedad. Es una destacada forma de caridad y justicia social» (Iglesia, servidora de los pobres, 32) [1].

Esta convocatoria es una constatación, cada vez mayor a nivel internacional de la preocupación por la cuestión y la importancia del trabajo decente. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), el movimiento sindical mundial (CSI) o el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) son instituciones que, además de promover esta jornada mundial, están comprometidas en abordar el futuro del trabajo desde la perspectiva del trabajo decente, situando el foco en los sectores más vulnerables y desprotegidos.

La Iglesia no es ajena a esta realidad. En palabras del papa Francisco «Cuando la sociedad está organizada de tal modo, que no todos tienen la posibilidad de trabajar, de estar unidos por la dignidad del trabajo, esa sociedad no va bien: ¡no es justa! Va contra el mismo Dios, que ha querido que nuestra dignidad comience desde aquí. La dignidad no nos la da el poder, el dinero, la cultura, ¡no! ¡La dignidad nos la da el trabajo!”. Y un trabajo digno, porque hoy “tantos sistemas sociales, políticos y económicos han hecho una elección que significa explotar a la persona” [2].

En España la situación sigue siendo dramática para millones de personas. Nuestro injusto marco laboral y social [3] desplaza y descarta a millones de personas del acceso a un trabajo digno. Somos líderes en pobreza laboral [4], insostenible desempleo, hogares con todos sus miembros en paro, normalización de la contratación temporal y precaria, por no hablar de la pérdida de la vida o la desprotección de quienes son descartados del trabajo.

Sensibles a esta realidad y conscientes de la importancia de establecer puente, y mirando al mundo desde estas periferias pensamos que esta jornada mundial es un buen momento para reflexionar sobre cómo podemos avanzar para generar un trabajo decente:

· Es necesario configurar un sistema económico que ponga en el centro a las personas y al medio ambiente a través de un sistema de relaciones laborales más justas, igualitarias, solidarias y sostenibles. Necesitamos un sistema que considere que el trabajo es un bien para la vida. Es urgente garantizar la protección física y psicológica de todos sus trabajadores y trabajadoras así como la conciliación con la vida familiar.

· Es necesario que los poderes públicos se comprometan con la construcción de un sistema económico y laboral más justo: Derogando las normas que precarizan la vida de las personas; favoreciendo el acuerdo mediante el diálogo social; asignando partidas presupuestarias destinadas a apoyar la creación o la transformación de empresas que desarrollen estos criterios y generen prácticas laborales acordes con la dignidad de todos los trabajadores y trabajadoras.

· Existen empresas que en su actividad cotidiana están desarrollando estos criterios. Es importante visualizar estas respuestas, que es posible funcionar de otra manera y que reciban el apoyo de toda la sociedad.

· Como entidades de la Iglesia consideramos que estas experiencias son ejemplos reales de buenas prácticas que nos enseñan caminos de humanización acordes al proyecto que Dios tiene para todos y todas.

Toda la comunidad cristiana está llamada a visibilizar y denunciar la situación de desigualdad en el acceso al trabajo decente y la negación de dignidad que esto supone y a apoyar a todas aquellas realidades laborales que favorecen el trato de dignidad y justicia que todas las personas merecen.
Por ello, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente animamos a participar en los actos reivindicativos y de oración convocados para toda la jornada en todas las diócesis de nuestro país.

Madrid, octubre de 2018

________________________________________
[1] Conferencia Episcopal Española
[2] Homilía sobre el trabajo. Ciudad del Vaticano, 2 mayo 2013.
[3] Iglesia por el trabajo decente (ITD), mayo de 2018
[4] OCDE, 2018.

 

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