Presentado por Ada Romero y coordinado por Baruk Domínguez
Intervención semanal del obispo Luis Ángel en la Cadena COPE
· III DOMINGO DE PASCUA: El domingo, el primer día de la semana, es el día de nuestro encuentro con Cristo resucitado en la Eucaristía como aquellos dos discípulos de Emaús; pero no hubieran podido reconocerle en la “fracción del pan” si antes no lo hubieran acogido como compañero de camino y no hubieran escuchado su Palabra. Así, en la Misa nos acogemos mutuamente, escuchamos la Palabra de Dios y participamos en la comunión eucarística. Acogiendo a Cristo, con cuya sangre hemos sido redimidos, él nos enseña el sendero de la vida y nos llena de gozo. Y no nos entregará a una muerte eterna sino que resucitaremos con él y nos saciará de alegría perpetua.
· Hablamos, como casi siempre estos días, de las personas afectadas por el coronavirus, en especial de aquellas que lo están sufriendo en nuestros hospitales. Por ello, desde la delegación de Pastoral de la Salud han puesto en marcha la iniciativa telefónica 'Xuntos na mesma barca'. Se trata de un servicio a través del cual los capellanes de los hospitales y otros colaboradores atenderán las llamadas de enfermos, familiares y personal sanitario como gesto de solidaridad y acompañamiento ante el COVID-19.
· También hablamos de las personas consagradas, pues como presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, ha escrito usted a representantes de toda España para comunicarles la nueva composición y distribución de acompañamiento de esta comisión Asimismo, aprovechó para trasladarles el “agradecimiento y aprecio por lo que son y hacen en esta situación dolorosa del mundo y de nuestro país”.
· Hablamos de otros asuntos relacionados con la Conferencia Episcopal Española, que en los últimos días invitó a donar parte de su sueldo a obispos, sacerdotes y fieles de todo el territorio estatal para ayudar a paliar la crisis sanitaria y económica. Una medida que, como ya hemos contado hace unas semanas en este mismo espacio, ya se ha estado llevando a cabo en la provincia eclesiástica de Santiago y más concretamente aquí en la diócesis de Mondoñedo-Ferrol.
· Seguimos con más asuntos relacionados con la Iglesia española, y es que el secretario general de la CEE, Monseñor Luis Argüello, ha hecho unas declaraciones sobre el ingreso mínimo vital con carácter permanente que pretende implementar el Gobierno de España. En concreto, el portavoz de los obispos ha criticado que la aplicación de esta medida podría “retirar del horizonte de las personas pensar en realizar un trabajo” y provocar que “grupos amplios de ciudadanos” acaben viviendo “de manera subsidiada”.
· Ya que hablamos de trabajadores y de otras personas que lo están pasando mal, no podemos olvidar que en unos días se celebra la festividad de San José Obrero, un buen momento para acordarse de aquellos que vivirán el 1 de mayo con temor, incertidumbre y pocas ganas de celebrar.
· La primavera nos presenta una naturaleza verde, en flor, algo que las instituciones católicas que conforman el colectivo “Enlázate por la Justicia” han recalcado estos días, con motivo del Día de la Tierra, para que tengamos en cuenta la situación de nuestro planeta en estos tiempos de coronavirus. En concreto, nos recuerdan que debemos seguir apostando por una ecología integral, que entiende la preservación del planeta como parte intrínseca de nuestra condición humana.
· Por último, lamentamos dos fallecimientos que conocíamos a principios de esta semana, ambos de personas nacidas en la localidad de Ribadeo y que han provocado numerosas muestras de condolencia desde diferentes ámbitos de nuestra diócesis e incluso desde otras instancias. Hablamos, en primer lugar, de la escritora Luz Pozo Garza, una de las voces más brillantes de la historia de la Literatura Gallega, académica de la Real Academia Galega y persona muy vinculada a Viveiro, localidad donde residió y donde fue una de las fundadoras de la Hermandad de Mujeres de la Santa Cruz, en el año 1953. También recordamos a Miguel Díaz, fotógrafo ribadense que nos dejó a los 43 años tras varias semanas luchando contra una enfermedad, y que colaboró en numerosas ocasiones con actos y eventos diocesanos. Descansen ambos en paz.
«Hay que procurar un trabajo digno para todos y proporcionar los medios necesarios para que todas las personas puedan tener una vida digna. La Iglesia tiene el compromiso de ayudar a quien lo necesita»