Dirigido y presentado por Ada Romero; coordina Baruk Domínguez
Intervención semanal del obispo Luis Ángel en la Cadena COPE
· V DOMINGO DE CUARESMA: Cercanos ya los días de la Pasión del Señor, la oración colecta de este domingo nos recuerda que fue el amor el que movió al Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo. Pero vencerá a la muerte resucitando para que nosotros participemos en su Resurrección: “Pondré mi espíritu en vosotros y viviréis”. Se trata del mismo Espíritu Santo que resucitó a Jesús de entre los muertos y que, si habita en nosotros por la gracia, también vivificará nuestros cuerpos. En el Evangelio, Cristo se nos revela como la resurrección y la vida: “El que cree en mí no morirá para siempre”.
· Seguimos con esta conjunción de “tiempos fuertes”: la Cuaresma y el coronavirus. Y, al igual que cada vez estamos más cerca de la Semana Santa, también estamos las semanas más álgidas, en principio, de esta crisis sanitaria en la que estamos sumidos. Por lo que le han transmitido nuestros fieles diocesanos, ¿cómo están sobrellevando esta compleja situación?
· Esta semana, además de continuar rezando todos juntos a las 12 del mediodía, hora del Ángelus, nuestra diócesis se sumó a otras iniciativas globales para acordarnos de las personas que más están sufriendo la actual crisis sanitaria. El miércoles 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor, el papa Francisco nos invitó a sumarnos, precisamente a esa hora, a un rezo del padrenuestro. Ese mismo día por la tarde, también se rezó el rosario desde la Basílica de Fátima, pidiendo por las víctimas del coronavirus, sus familiares, personal sanitario, fuerzas de seguridad y todos aquellos que están poniendo su esfuerzo en la lucha contra esta pandemia.
· Un colectivo que lo está sufriendo especialmente son nuestras personas mayores, de hecho ya se han registrado fallecimientos por coronavirus en nuestro territorio diocesano, tanto en A Mariña como en la zona de Ferrol, y también se ha conocido algún positivo en residencias y centros de día. Este año, en la Jornada por la Vida, que se celebraba esta semana, el lema era “Sembradores de esperanza”, título del documento que presentó el pasado mes diciembre la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida sobre cómo “acoger, proteger y acompañar la etapa final de esta vida”.
· Ya lo mencionamos el pasado domingo, pero nunca está de más recordar que los ayuntamientos y otras administraciones públicas que operan en nuestro ámbito diocesano se han “puesto las pilas” para atender también a los que más lo necesitan. Asimismo, continúa la labor de Cáritas, a la que se han sumado también iniciativas vecinales, particulares o de empresas que han decidido ayudar a través de donaciones, gestos o medidas especiales para combatir la crisis. Lo hemos visto, por ejemplo, en Burela, donde la Asociación de la Semana Santa ha donado mil euros para que sean invertidos en la lucha contra el coronavirus.
· En el lado más amargo, están los numerosos trabajadores que están sufriendo ERTEs o los autónomos que se dedican al comercio y la hostelería, que tienen que seguir con su vida y sus gastos a pesar de sobrevivir esta temporada sin ingresos económicos. ¿Qué mensaje se les envía a todas estas personas? ¿Cómo podemos seguir adelante a pesar de esta incertidumbre provocada por el estado de alarma?
· Seguimos con más asuntos. Hablábamos estos días de los actos que no se iban a celebrar o los que se iban a posponer por causa del coronavirus. Entre ellos, las procesiones de Semana Santa, muchas de las cuales cuentan con una importante tradición en nuestra diócesis. Aquí, de nuevo, hay que salir al paso de rumores y noticias infladas sobre si va a haber “una especie de Semana Santa en septiembre”, etcétera, etcétera…
· Otras celebraciones importantes que se suelen celebrar en los próximos meses, generalmente entre mayo y junio, son las primeras comuniones y confirmaciones. Estamos viendo que muchos párrocos y catequistas, al igual que hacen los profesores y maestros de escuela, están “mandando tareas” online o a través de WhatsApp para que nuestros chicos y jóvenes sigan formándose espiritualmente.
«Sembremos paz y alegría entre las personas más afectadas por la pandemia. Necesitamos esta #esperanza por la vida y por el mundo»