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Intervención semanal del obispo diocesano a través de la Cadena COPE
· II DOMINGO DE ADVIENTO. Una de las figuras del Adviento, san Juan Bautista, precursor del Mesías, predica un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, cumpliendo la profecía de Isaías: «En el desierto preparad el camino del Señor, allanad sus senderos». El Adviento es, pues, un tiempo de conversión, durante el que nos preparamos interiormente para que cuando el Señor venga nos encuentre limpios e irreprochables. Es un tiempo de experimentar la misericordia de Dios, que nos hace volver a gozar de su esplendor, dejando atrás la oscuridad de nuestros pecados. Y así podremos cantar: «El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres». Vigilemos para que los afanes de este mundo no nos impidan nuestro encuentro con Cristo.
· Seguimos en este tiempo de Adviento, tiempo de retiros y de reflexión, para desprendernos de lo superfluo y llegar de una manera más cristiana a una Navidad que, desgraciadamente, se convierte cada vez más en lo contrario. ¿Qué mensaje o mensajes debemos recordar durante estas semanas previas a la Natividad del Señor?
· Otro mensaje que tenemos que tener en cuenta es el de prudencia, en estos tiempos de coronavirus. Muchos ayuntamientos de la diócesis están viviendo un repunte de casos activos, a pesar del alto índice de vacunación, por lo que es necesario incidir en la necesidad de mantener las medidas de prevención, especialmente en interiores. De hecho, la Xunta de Galicia ampliará la obligación de presentar el certificado covid en un mayor número de espacios, como gimnasios o residencias. ¿Qué sucede con nuestros templos y otros lugares de culto o reunión? ¿Se esperan más restricciones en futuras fechas?
· En estas fechas también es necesario acordarse de las personas que peor lo están pasando, dado que muchas de ellas viven a nuestro lado, en nuestros pueblos, aldeas y ciudades. Es lo que pone de manifiesto la última campaña de Cáritas Española, «Esta Navidad, cada portal importa», en la que se nos lanza una llamada a la colaboración económica y a poner en práctica la generosidad con las personas en situación más precaria. De hecho, Cáritas nos invita a poner la mirada en “los miles de portales donde no hay mula ni buey, pero sí familias que no llegan a fin de mes”.
· Ya que hablamos de empleo y de futuro, esta semana visitaba usted las instalaciones de Alcoa San Cibrao para enviar un mensaje de apoyo a los trabajadores y a sus familias. Como sabemos, no es la única factoría de nuestro territorio diocesano que está viviendo una situación compleja. ¿Sigue habiendo motivos para la esperanza?
«Como Iglesia tenemos que estar muy cerca de las realidades de sufrimiento»