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Intervención semanal del obispo diocesano a través de la Cadena COPE
· VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO: La vida cristiana no se reduce a una serie de actos exteriores sin que se haya producido una auténtica conversión interior del corazón y de la mente: «De lo que rebosa el corazón habla la boca». Si esto no se tiene en cuenta seremos como los fariseos hipócritas que exigían a los demás lo que ellos no estaban dispuestos a cumplir ni vivir. Por eso nos dice Jesús en el Evangelio que, antes de meternos a corregir a los demás, nos corrijamos a nosotros mismos y entonces podremos «ver claro para sacar la mota del ojo de tu hermano». La maldad o la bondad provienen del corazón del hombre y por ello el hombre se prueba en su razonar.
· Hoy empezamos hablando del Sínodo, ya que poco a poco nos vamos acercando a algunas fechas claves dentro de este proceso que iniciamos este curso. Una de ellas es la Fiesta de la Misericordia, que se celebrará en el Seminario de Mondoñedo el próximo 12 de marzo, sábado, y para la que ya pueden apuntarse todas aquellas personas que así lo deseen. ¿Qué significa esta celebración y qué importancia tiene dentro del calendario diocesano del Sínodo?
· Tampoco nos podemos olvidar, aunque ya hacíamos referencia a ello en nuestro anterior programa, que este martes 1 de marzo celebramos la solemnidad de san Rosendo, el patrón de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol. Durante estos días pasados ya se han realizado actos en su honor, pero el propio martes se celebrará una eucaristía presidida por usted en la catedral de Mondoñedo. ¿Cómo va a vivir su primera fiesta de nuestro patrón diocesano?
· Un día después se celebra el Miércoles de Ceniza, primera jornada de Cuaresma. ¿Qué mensaje transmite a nuestros fieles para vivir este tiempo fuerte?
· Hoy tenemos que hacer referencia también a nuestros seminaristas, ya que mañana se reúne con ellos en Ferrol y el pasado viernes también mantenía una conversación con el rector del Seminario Mayor de Santiago de Compostela, donde han iniciado o completado su formación muchos de los que son ahora sacerdotes de nuestra diócesis. ¿Cuál es el objetivo de estas dos citas?
· Durante estas semanas está usted manteniendo encuentros con los sacerdotes de diferentes arciprestazgos. Esta semana se reunía con los de Ribadeo-Miranda y la próxima hará lo propio con los de Viveiro. ¿Para qué están sirviendo estas reuniones?
· Tenemos que hacer también referencia a la pandemia provocada por el coronavirus, ya que desde este fin de semana se han relajado algunas de las restricciones que sufrimos desde hace meses, como la obligatoriedad de presentar el certificado covid en la hostelería y actos multitudinarios. Las autoridades sanitarias nos presentan un panorama esperanzador, pero nos siguen instando a mantener la cautela y las medidas de prevención básicas. ¿Afecta en algo esta nueva relajación de restricciones a los actos diocesanos? ¿Cuál es la norma general para celebraciones, encuentros y otros eventos sociorreligiosos?
· Hablamos de otros asuntos globales que nos preocupan a todos. El papa Francisco, durante la audiencia general de este miércoles, ha pedido a todas las partes implicadas en la crisis de Ucrania que “hagan un examen de conciencia ante Dios” y se “abstengan de acciones que provoquen más sufrimiento a las poblaciones y desacrediten el derecho internacional”. ¿Qué papel tiene que ejercer la Iglesia Católica ante un conflicto internacional de este calibre?
· Por último, tenemos que hacer referencia a dos personas estrechamente vinculadas con la diócesis que nos dejaron hace unos días. Uno ha sido el sacerdote diocesano José Gallego Vila, cuyo funeral presidió usted este pasado martes en la iglesia de San Lorenzo de Árbol, en Vilalba. La otra, la hermanita de los Ancianos Desamparados Luz Divina Barreiro Vieites, que ejercía su labor en la residencia de San José de Piñeiros, en Narón. Descansen en paz.