Entrevista a la coordinadora general de Cáritas Diocesana
Pide que ‘a sociedad entera aprenda a trabajar unida» para luchar contra la pobreza’
Marta Pazo (Santiago de Compostela, 1975) es ingeniera técnica de formación, y durante años trabajó en el sector naval. Pero mientras su mundo laboral giraba en torno a los grandes astilleros, ya colaboraba con Cáritas como voluntaria. Su verdadera vocación, y ella misma lo confiesa así, siempre estuvo en el ámbito de la labor social, en el territorio de la lucha por los que sufren. Ve cada día situaciones terribles, pero jamás se deja vencer por el desánimo. Bien al contrario: es una persona alegre y esperanzada. Una persona que, infatigablemente, siempre busca, para todos los problemas, y por insuperables que a veces parezcan, una solución. Hoy es quien coordina, en la siócesis de Mondoñedo-Ferrol, la actividad de la mayor organización humanitaria de la Iglesia. «Cáritas -dice Marta- siempre estará abierta a cualquier persona que necesite ayuda».
En el territorio de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, que abarca el norte de las provincias de A Coruña y Lugo, hay en lo social, como en lo geográfico, mil realidades distintas. ¿Llega Cáritas a todas partes…?
Sí, sí llega a todas partes. Además de nuestra sede central en Ferrol contamos con 58 centros parroquiales más, vinculados directamente a una parroquia o a una unidad pastoral. Pero en realidad, y como es lógico, no hay ni una sola parroquia en la que Cáritas no esté presente, tanto a través del párroco como a través de las personas que colaboran con nuestro proyecto. Y siempre se está muy atento a dar respuesta a las necesidades que puedan surgir en todas esas realidades distintas de las que usted habla. Que son muy distintas, claro que sí. Pero no hay, insisto, ni un solo lugar de la Diócesis en el que la labor de Cáritas no esté presente.
¿Cuál es hoy el perfil más habitual entre las personas que solicitan ayuda?
No hay un único perfil entre quienes necesitan ayuda, cada persona es un mundo. En el eje Ferrol-Narón, un territorio esencialmente urbano e industrial, tenemos muchas familias que no han logrado recuperarse tras la crisis, además de inmigrantes que carecen de todo para subsistir y muchas personas mayores que viven totalmente solas. En la Terra Chá, los problemas del sector agrario y la creciente despoblación están creando situaciones muy duras, también. Y en la costa cantábrica la pesca continúa siendo un recurso importante, pero sigue habiendo un paro altísimo. Son tres ejemplos, pero podría ponerle muchísimos más. Por eso hay que estar muy atento siempre.
¿La nuestra es hoy una sociedad más insolidaria?
No más que antes, pero es importante saber ponerse en el lugar de los otros y sentirse parte de una comunidad. Necesitamos más voluntarios, porque sin ellos Cáritas no sería nada. Y necesitamos que la sociedad entera aprenda a trabajar unida por los que sufren.
«Cáritas siempre estará abierta a cualquier persona que necesite ayuda»