Intervención semanal del obispo diocesano a través de la Cadena COPE
· IV DOMINGO DE CUARESMA: Hoy es un día de alegría ante la proximidad de las fiestas pascuales. En la Cuaresma tomamos conciencia de que somos pecadores. Y, como el hijo pródigo, hemos emprendido el itinerario penitencial para volver a la casa del Padre. Un camino que es siempre una llamada a abrir nuestro corazón a los demás, perdonándolos y evitando cualquier actitud de superioridad o soberbia. Así entramos en los sentimientos de Dios, que hoy nos dice: «Era preciso alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado». Un camino en el que vamos renovando la gracia bautismal y, peregrinos en un camino oscuro, vamos recuperando el esplendor de la fe, aprendiendo a amar a Dios con todo el corazón.
· El fin del conflicto de Ucrania y de otras guerras que se están desarrollando a lo largo y ancho del mundo centraron dos importantes actos de oración y reflexión que se celebraron esta semana. Por un lado, los Círculos del Silencio, que este miércoles por la tarde reunieron a personas de diferentes localidades diocesanas para rezar por las personas que peor los están pasando a consecuencia de estas situaciones y también por los dirigentes a a todos los niveles, para que triunfe el diálogo y el entendimiento por encima de las diferencias. En este sentido, durante el viernes y el sábado también se desarrollaron las “24 horas para el Señor”, una cadena de oración con un objetivo similar al del primer acto. ¿Cómo valora la celebración de ambas iniciativas y qué importancia tienen en momentos como el actual?
· En relación a la guerra de Ucrania, también ha habido novedades en la última semana con respecto a las personas refugiadas que pudieran recalar en nuestro territorio diocesano. En este sentido, ¿cuál es la recomendación general que se hace desde Cáritas?
· Otro conflicto que nos toca muy de cerca es el paro patronal convocado por el sector del transporte, y que afecta colateralmente a otros como la ganadería, la pesca o el comercio. En los últimos días, desde la delegación de Pastoral de la Carretera hacían un llamamiento a la cordura y al diálogo para que se ponga fin a esta crisis que nos tiene a todos en vilo. ¿Cuál es la postura de la Iglesia en relación a todo esto?
· Este pasado viernes 25, en la solemnidad de la Anunciación del Señor, celebramos también la Jornada por la Vida con el lema «Acoger y cuidar la vida, don de Dios». En torno a esta fecha recordamos que el «sí» de la Virgen María se ha convertido en la puerta que nos ha abierto todos los tesoros de la redención. En este sentido, acoger la vida humana es el comienzo de la salvación, porque supone acoger el primer don de Dios, fundamento de todos los dones de la salvación. Por eso, acoger y cuidar cada vida, especialmente en los momentos en los que la persona es más vulnerable, se convierte así en signo de apertura a todos los dones de Dios y testimonio de humanidad; lo que implica también custodiar la dignidad de la vida humana, luchando por erradicar situaciones en las que es puesta en riesgo: esclavitud, trata, cárceles inhumanas, guerras, delincuencia, maltrato. ¿Cómo podemos hacer presente esta jornada a nivel diocesano?
· Hablamos también de cuestiones de agenda para estos próximos días, en primer lugar de una reunión que mantendrá este miércoles con sus compañeros obispos de la provincia eclesiástica de Santiago. ¿Qué tratarán en este encuentro?
· Ese mismo día, también participará en una charla online organizada por Cáritas sobre trabajadoras del hogar en situación administrativa irregular, enmarcada en los actos del Día Internacional de la Mujer.