Para orar cada día
8ª Semana del Tiempo Ordinario
Lunes 29 de mayo de 2023. Festividad de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia
Comentarios de las Concepcionistas Franciscanas de Mondoñedo
Ahí tienes a tu madre
Juan 19, 25-34
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.
Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dijo: «Tengo sed». Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: «Está cumplido». E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
Comentario
Jesús desde la cruz, nos da su Palabra creadora de fraternidad; él sigue generando vínculos profundos, de verdadera implicación interpersonal. A sus pies, la nueva familia que ya comenzó a formar en Galilea. Esta es nuestra vocación como Iglesia: ser signo de la familia que Dios sueña, ser constructores de una nueva humanidad que nace acompañando el sufrimiento de un crucificado.
Disponemos nuestro corazón, María, Madre de la Iglesia, para aprender a estar ahí, contigo y como tú, al pie de la cruz: para dejarnos hacer, por los crucificados, familia universal.
Preguntas para reflexionar
¿Podrás comprender el misterio que hoy celebramos? Y, ¿ la presencia siempre maternal de María, con los rasgos de ternura, mansedumbre y amor por toda la humanidad?
Oración
Señor, que en el camino de la Iglesia has puesto a la Virgen María como signo luminoso, aumenta por su intercesión nuestra fe.