Para orar cada día
24ª Semana del Tiempo Ordinario
Miércoles 18 de septiembre de 2024. Festividad de Santa Iresa
Comentarios preparados por la comunidad religiosa de las Concepcionistas de Mondoñedo
«¿Con quién, pues, compararé a los hombres de esta generación?»
Lucas 7, 31-35
En aquel tiempo, el Señor dijo: «¿Con quién, pues, compararé a los hombres de esta generación? Y ¿a quién se parecen? Se parecen a los chiquillos que están sentados en la plaza y se gritan unos a otros diciendo: ‘Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado endechas, y no habéis llorado’. Porque ha venido Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y decís: ‘Demonio tiene’. Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: ‘Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores’. Y la Sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos».
Comentario
Jesús condena la actitud de sus paisanos para reconocer la proximidad de Dios. Pase lo que pase, nunca están contentos con las personas que son portadores de un mensaje divino. La crítica (Juan tenía un demonio, Jesús es un comilón y un borracho amigo de pecadores…) está siempre presente en su vida. Ufanos, como están, de saberse miembros del pueblo elegido de Dios, se han convertido en personas especializadas en la crítica y el menosprecio, incapaces de reconocer la bondad. Es la mejor manera de no comprometerse. Deberíamos tomar buena nota. Pero ¿y si hoy pedimos al Señor que nos afine el oído para percibir qué melodía hemos de danzar y subrayar aquello valioso que nos aportan quienes nos rodean?
Para reflexionar
El corazón de Cristo es el gran diapasón, el perfecto instrumento musical venido del cielo, con el que nuestros corazones deberían de estar siempre afinados. Contemplad el inmaculado corazón de María y escucharéis los acordes perfectos que suenan cuando los espíritus de Redentor y criatura desgranan sus notas a la par.
La Sabiduría se escribe con mayúscula. Es el Espíritu que animaba a reír y llorar al corazón de Cristo. ¿Nos dejaremos animar por él? ¿Reiremos y lloraremos a su son, o seguiremos, cada uno, interpretando nuestra opera bufa?
Oración
«Que me atreva hoy a preguntarme: ¿Cómo quiero ser salvado? ¿A mi manera? ¿O del modo divino, o sea, en la vía de Jesús?» (Papa Francisco).