La vicaría diocesana para la Sinodalidad inicia la difusión de las estrategias necesarias para llevar adelante una de sus líneas de acción para el presente curso: identificar personas candidatas a recibir los ministerios laicales y el diaconado permanente.
A lo largo del primer trimestre del curso 23-24, desde la vicaría se ha conformado un equipo de trabajo integrado por diferentes delegaciones. El objetivo era confeccionar un itinerario que pudiera contribuir a difundir lo que son los ministerios laicales y el diaconado permanente en la búsqueda de candidatos vocacionados. Al hilo del Plan Diocesano de Pastoral, en el reforzamiento de las UPA, se ve urgente la constitución de equipos misioneros que, junto al ministerio ordenado, lleven adelante la organización de la acción pastoral y evangelizadora de los territorios. En ese sentido, se insertan también los ministerios laicales y el diaconado permanente.
El diaconado permanente está constituido en la diócesis de Mondoñedo-Ferrol desde el pontificado del obispo José Gea Escolano, a través de un decreto de 2004. Aún así, no ha habido hasta ahora ninguna ordenación.
El papa Francisco es también el que recientemente ha vuelto a animar en la difusión de los ministerios laicales. Lo ha hecho a través de sendos decretos donde se permite el acceso a la mujer para el ministerio del lectorado y el acolitado y mediante la institución de un nuevo ministerio: el del catequista.
Desde la diócesis de Mondoñedo-Ferrol se quiere animar en esta línea de corresponsabilidad laical. Para ello, durante estos días se está difundiendo en los diferentes arciprestazgos una encuesta que trata de conocer más a fondo la situación en la que nos encontramos al respecto. Igualmente, se ha creado una sección en la página web para difundir los ministerios y el diaconado permanente. Y todo ello desde el convencimiento de que la vocación de servicio a la Iglesia sigue muy viva en muchas personas. El objetivo es identificar a algunas para iniciar con ellos procesos formativos serios que puedan derivar en la formación de esos equipos misioneros y de laicos cualificados que colaboren en las tareas pastorales.