En la mañana del martes 14 de enero se presentó en rueda de prensa la Jornada de Infancia Misionera 2025, que se celebra este domingo 19 de enero en toda España. El acto contó con la presencia de Enrique H. Davelouis, responsable de proyectos del Secretariado Internacional de Infancia Misionera; José María Calderón, director nacional de las Obras Misionales Pontificias; y Julio Feliu, padre blanco, misionero en Malawi durante 53 años. El objetivo era explicar el sentido de esta Jornada, que promueve la colaboración recíproca entre los niños del mundo, con el lema fundacional ‘Los niños ayudan a los niños’, y que este año está centrado en el mensaje ‘Comparto lo que tengo’.
José María Calderón señaló que la “Infancia Misionera es la institución que tiene la Iglesia para poder ayudar a los obispos que están en territorio de misión en todo lo referente a la infancia, a su cuidado, evangelización, educación y atención sanitaria”. En referencia al lema y al cartel de la jornada ‘Comparto lo que tengo’ ha destacado que en este 2025, Año Jubilar, “queremos que los niños se sientan protagonistas de esta jornada y están invitados, como también el resto de los cristianos, a compartir los bienes, la oración, su compañía y su ayuda económica”.
En la Jornada de Infancia Misionera “los más pequeños se convierten en cómplices de los misioneros con su oración y su donativo. Gracias a su colaboración –y la de muchos adultos–, se ayuda a la Santa Sede a financiar proyectos destinados a los más pequeños que la Iglesia misionera desarrolla en los territorios de misión. Al año se apoyan 2.700 proyectos de educación, salud, protección de la vida y evangelización, que benefician a más de cuatro millones de niños”.
En 2023, la campaña de la Infancia Misionera recaudó más de 3,3 millones de euros en España, destinados a financiar proyectos pastorales y sociales en 1.127 territorios de misión.
La Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias aprobó la distribución de 2,6 millones de euros en proyectos, siendo África el principal receptor con 1,6 millones. Estos fondos apoyan más de 2.700 proyectos anuales, beneficiando a más de cuatro millones de niños en áreas como educación, salud, protección de la vida y evangelización.
España es el país que más aporta a esta causa, gracias a la labor de delegaciones diocesanas de misiones y la implicación de parroquias y colegios.
Enrique H. Davelouis, responsable de proyectos, explicó que “la ayuda no financia al 100% los proyectos, sino que complementa esfuerzos existentes, como la colaboración con alimentos o materiales educativos”.
Por su parte, Julio Feliu, misionero en Malawi durante 53 años, destacó la importancia de “fomentar la autosuficiencia entre los niños” y relató su experiencia trabajando en la creación de obras apostólicas, incluyendo la traducción del catecismo a lenguas locales. Además, subrayó el crecimiento de las peticiones para crear escuelas para niños refugiados, reflejando una creciente necesidad de recursos educativos en contextos difíciles. La Infancia Misionera sigue siendo clave en la evangelización y la mejora de las condiciones de vida en estas comunidades.
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