Con motivo del Día del Enfermo celebrado el 11 de febrero, el obispo García Cadiñanos se entrevistó con la delegación diocesana de Pastoral de la Salud y Mayores. En el encuentro se compartieron los datos referidos a la presencia de los capellanes en los hospitales públicos de nuestra diócesis y su actividad durante el año 2023. Según los acuerdos entre la Iglesia católica y la Xunta de Galicia, la presencia se asegura tanto en el Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF) y en el Hospital Público da Mariña de Burela. De esta manera, el servicio religioso, que busca la atención integral a la persona que pretende siempre asegurarse, se realiza con la presencia de tres sacerdotes y dos laicas, algunos de ellos a tiempo parcial y otros a tiempo pleno, para las 556 camas que se ofrecen. Cualquier enfermo que entra en estos hospitales puede solicitar la asistencia del servicio religioso, bien llamando a los teléfonos que se indican en las capillas de dichos centros, bien solicitándolo al personal de enfermería que los atienden.
Según esta memoria de 2023 que se entrega a la gerencia de cada hospital, a lo largo del año pasado los capellanes fueron solicitados en más de 6000 ocasiones en los diferentes servicios que realizan a lo largo de su jornada. Eso manifiesta que es un servicio demandado y que realiza una importante labor en la humanización y acompañamiento de los enfermos.
De toda su actividad, destacan las visitas a los enfermos que realizaron en actitud de escucha y acogida. Fueron más de 2602 personas las que se beneficiaron de sus palabras de aliento y de misericordia, tanto ellos como sus familias. De hecho, el acompañamiento espiritual se realizó a un buen número de cuidadores que lo solicitaron en 270 ocasiones.
La capilla sigue siendo un espacio importante en los hospitales, como lugar de acogida y de oración. Sus espacios son cuidados especialmente para que siempre estén abiertos y sean acogedores. En ellas se celebraron 266 eucaristías en las que participaron más de 1421 personas. No obstante, a los enfermos se les distribuye la comunión en sus habitaciones, lo que fue solicitado por 1025 personas.
El sacramento de la unción de enfermos, como bálsamo de misericordia en los momentos de debilidad, también fue solicitado por muchos enfermos. En concreto fueron 106 los que pudieron recibirla. Y, junto a ello, el sacramento de la penitencia, que fue celebrado en 51 ocasiones en los espacios hospitalarios.
El servicio de capellanía lo es 24 horas y los 365 días del año. Eso hace que su disponibilidad sea plena cuando un enfermo lo solicita. De hecho, en 94 ocasiones se recibieron llamadas de emergencia que los capellanes atendieron inmediatamente, especialmente durante la noche. Es de destacar también que la capellanía del hospital atendió a 32 personas de otras confesiones religiosas desde el respeto y el diálogo. Igualmente se ayudó en necesidades concretas a 19 personas en colaboración con los servicios sociales del hospital.
Son datos muy semejantes a los del año pasado y, en palabras de Ana García-Heras, responsable de la atención pastoral del Hospital de Ferrol, “demuestran la cercanía de la Iglesia ante toda situación de dolor y la voluntad de estar siempre atentos al sufrimiento. El hospital es un lugar privilegiado para poder hablar de Dios y poderse encontrar con el misterio del ser humano y de Dios”.
En el apartado web de la delegación de Pastoral de la Salud y Mayores podréis ampliar esta información.