Los Cursillos de Cristiandad siguen muy presentes en nuestra diócesis de Mondoñedo-Ferrol. Ciertamente, desde que se retomaron el pasado año, tras el período de pandemia, se viene realizando un único Cursillo al año, cuando anteriormente lo normal era la realización de dos, coincidiendo con los tiempos de Cuaresma y Adviento. Tanto en 2023 como en este 2024, se ha realizado a comienzos del mes de marzo, en pleno período cuaresmal. Es, lógicamente, un momento del año muy propicio para la realización de esta formación, por todo lo que la Cuaresma significa de conversión y preparación para la Pascua.
Este Cursillo mixto de Cristiandad es el número 35º celebrado en Mondoñedo-Ferrol. Como viene siendo habitual desde hace años, ha tenido lugar en el Seminario de Santa Catalina en la ciudad de Mondoñedo, Seminario que ofrece siempre a los organizadores las mejores condiciones posibles para su puesta en marcha y buen desarrollo. El Cursillo dio comienzo en la tarde-noche del viernes (por cierto, 1 de marzo, fiesta de San Rosendo, patrón diocesano, que seguro que “nos echó una mano”) y se prolongó durante sábado y domingo, finalizando en torno a las ocho de la tarde, para que los participantes pudieran regresar a sus hogares a una hora no demasiado tardía. Asistieron cursillistas de Neda, Vilalba, Mondoñedo, Alfoz, Trabada, Ribadeo, Viveiro e, incluso, alguno residente en Santiago; una amplia representación de gran parte de la diócesis. Ojalá que, año a año, se pueda llegar con su difusión a más ciudades y pueblos y el número de participantes sea aún mayor.
Estos Cursillos de Cristiandad, cuyo Movimiento preside a nivel diocesano Fermín Rodríguez, cuentan con una figura que aglutina el enorme respeto y cariño de todos aquellos que, de uno u otro modo, están vinculados a los Cursillos; se trata de don José Bello Lagüela que, cerca de cumplir los 88 años, mantiene y transmite a todos una profunda espiritualidad y una gran bondad; características que desde luego “enganchan” a los participantes. Don José hace que todo sea fácil y que todos se sientan a gusto en el transcurso de este fin de semana de formación. Es un verdadero lujo que tiene este Movimiento. Debemos añadir, además, que esta edición del Cursillo ha estado dirigida por María del Carmen Pérez, médico de profesión, miembro del patronato de la Fundación Luis de Trelles y adoradora nocturna de la Sección ANE de Ribadeo. ¡Enhorabuena a los tres por la tarea que realizan y, en particular, por el trabajo desempeñado para llevar a buen puerto este XXXV Cursillo!
Don José Bello Lagüela
Como se mencionaba antes, don José, como consiliario diocesano del movimiento de Cursillos, es el que hace que todas las piezas encaje, aunque se trate de una formación para laicos impartida mayoritariamente por laicos.
“Yo tenía unos 5 años cuando vi [en una estampita] a un cura dando la comunión a una niña”, comenta Bello Lagüela, para explicar después que aquel sacerdote era san Pío X. Poco después de aquello, ese niño nacido en la parroquia vilalbesa de Sancobade le dijo a su madre que quería ser cura. Ella le escuchó y también le expuso las dificultades que podía tener la familia para que aquello fuera posible. Parece ser que aquel niño, a tan corta edad, contestó: “Bueno, Dios ya ayudará”. Con doce años, ingresaba en el Seminario. A día de hoy, 75 años después de aquel ingreso, don José manifiesta y transmite su plena alegría: “Estoy tan contento de ser cura. Sería mil veces cura si mil veces naciese”.
Crónica de Rubén Amor Fernández