Hoy martes 14 de enero el obispo diocesano inicia un viaje que le llevará a la isla africana de Cabo Verde. Estará acompañado por el delegado de Migraciones, Jesús Álvarez, el párroco de Burela, Óscar Santiago, y una delegación de otras cinco personas.

El viaje se enmarca dentro de las celebraciones del 500º aniversario de la creación de la diócesis de Santiago en Cabo Verde, una de las dos que existen en el país. Con tal motivo se han organizado una serie de eventos que buscan recordar la historia de fe del país, acompañar a los muchos emigrantes que han salido de sus parroquias y animar a la vivencia más profunda de la fe, tanto dentro del país como fuera. Se da la circunstancia de que hay más caboverdianos viviendo fuera del país (un millón y medio) que dentro del país (medio millón). Los caboverdianos están dispersos por todo el mundo, especialmente en Europa occidental y en Estados Unidos. En España se calcula que existen unos 65.000. Burela es uno de los municipios de España que concentra una mayor presencia, con más de 500 caboverdianos. A ellos habría que sumar los que ya tienen la nacionalidad española.
Con tal motivo, un miembro de la comisión organizadora del centenario, hace ya unos meses, visitó nuestra diócesis y tuvo un encuentro en la parroquia de Burela. Meses antes había visitado también la comunidad caboverdiana de Burela monseñor Ildo Augusto dos Santos, obispo de Mindelo (Cabo Verde), acompañado por un grupo de seminaristas. En ambos encuentros participó nuestro obispo don Fernando. Fruto de los mismos, se vio posible realizar una visita a Cabo Verde para conocer aquella Iglesia hermana, llevar las esperanzas de los inmigrantes que aquí residen y aunar lazos para una mejor evangelización de estos que comparten la fe entre nosotros. De esta manera se pretende establecer un hermanamiento entre la diócesis de Santiago de Cabo Verde y la de Mondoñedo-Ferrol.
Durante el viaje, el obispo diocesano participará el miércoles 15 en la misa por san Amaro, una romería muy popular en el país, en la que participan cientos de personas, especialmente llegadas de otros lugares, incluso de fuera del país, para la ocasión.
Al día siguiente, tras visitar al ministro para las Comunidades, impartirá una conferencia en la Escuela Universitaria Católica sobre “Migraciones en la actualidad: desafíos para la espiritualidad”. En la misma, el obispo, que es también presidente de la subcomisión episcopal para las Migraciones y la Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española, expondrá el Proyecto “Hospitalidad Atlántica”, promovido por diferentes diócesis situadas en la ruta atlántica de migraciones, en cuyo territorio se encuentra también Cabo Verde.
VÍDEO CONFERENCIA (visualización minuto 1:42:25)
El viernes 17, el obispo y la delegación visitarán la embajada de España en Cabo Verde y realizarán visitas de cortesía al Ministro de la Salud y a otras personalidades del país, donde compartirán la realidad de las migraciones y de los connacionales que viven en Burela.
El sábado 18 y el domingo 19 visitarán algunas comunidades en Porto Mosquito, Santa Catarina y otros lugares donde, además de visitar los monumentos y lugares de interés, podrán encontrarse con las comunidades cristianas y celebrarán la eucaristía. El lunes 20 la expedición regresará a España.
Padre Ferreira: “Las dos únicas fuentes de ingresos de Cabo Verde son el turismo y las remesas de los emigrantes”
Cabo Verde es un Estado en medio del océano Atlántico, un puente que parece diseñado para conectar África, Europa y América. Forma un archipiélago formado por diez islas volcánicas (sólo una está deshabitada) a unos 500 kilómetros de la costa de Senegal. Como todos los países lusófonos del continente (Mozambique, Angola, Guinea Bissau y las islas de Santo Tomé y Príncipe), alcanzó la independencia en 1975, varios años más tarde que la mayoría de los demás Estados africanos. Desde entonces, goza de una relativa estabilidad política. Pero debido a la escasez de recursos y a los problemas medioambientales, principalmente relacionados con el calentamiento global, sigue siendo un país asolado por la pobreza y actualmente tiene más habitantes fuera que dentro de sus fronteras.
El padre Antonio Ferreira, presidente de la comisión nacional del 500 aniversario de la evangelización de Santiago, señala que «en Cabo Verde viven unas 500.000 personas, la mayoría jóvenes o muy jóvenes (más del 75%, ed.). El problema es que no tenemos recursos naturales. Las dos únicas fuentes de ingresos son el turismo y las remesas de los emigrantes. Las pequeñas empresas e industrias locales representan una ínfima parte del mercado laboral»”.
El principal problema que afecta a la vida cotidiana de todos es la falta crónica de agua debido a la escasez de lluvias, que tiene como consecuencia el aumento de la emigración. «El gobierno hace un gran esfuerzo para garantizar a todas las islas, incluso a las más remotas, los servicios básicos», reconoce el padre Ferreira. Todas las islas tienen escuelas, al menos hasta la secundaria, y la escolarización es totalmente gratuita gracias a un enorme esfuerzo del gobierno.
«Las sequías recurrentes y la escasez de lluvias plantean regularmente un problema para la economía del archipiélago, que, aunque contribuye poco al calentamiento global, lo paga muy caro. Somos islas en el Atlántico»”, explica el padre Ferreira a la agencia Fides, «y sufrimos de dependencia energética porque no tenemos recursos, aquí todo se importa, y la falta de lluvias y de agua es un gran problema para nosotros. En estos momentos, el gobierno está trabajando en un proyecto para aprovechar el recurso más abundante que tenemos, el agua de mar. La desalinización del agua de mar y la arborización del país son actualmente las vías que el Gobierno, apoyado por las Naciones Unidas y la cooperación internacional, está siguiendo, pero sentimos mucho el problema de la temperatura siempre excesivamente alta». Poco después de la independencia, comenzó un flujo hacia el exterior que nunca se ha detenido y ahora hay más caboverdianos fuera que dentro del archipiélago, pero para todos los que se van, el vínculo con la patria sigue siendo muy fuerte, y el ejemplo es Burela.
Fuente: Diócesis de Mondoñedo / La Voz de Galicia A Mariña
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