- Crónica y reflexión de Mar Sarmentero, representante de Mondoñedo-Ferrol
“Vivir la vida y la fe como vocación al servicio de las vocaciones”. Quizá sea esa la frase pronunciada por monseñor Luis Argüello que más resonó en mi interior tras representar a nuestra diócesis en la XLVI Jornada de Responsables de la Pastoral de la Vocación celebradas el 26 y 27 de septiembre en Madrid y a las que acudí como representante de nuestra diócesis.
En este ámbito, la Conferencia Episcopal Española está en un proceso de transformación para que la vocación sea entendida de una manera diferente. ¿Por qué decimos que hay un cambio? Ya no hablamos de la pastoral vocacional, este concepto tradicionalmente está asociado a la llamada al sacerdocio o a la vida consagrada, ahora se invita a denominarla como Servicios Diocesanos de Pastoral de la Vocación. De este modo se pretende englobar no sólo las vocaciones de especial consagración, sino también la vocación al matrimonio y al laicado… Se pretende ir creando una cultura vocacional que ayude a los menores, jóvenes y adultos a plantearse su vida como vocación.
Recogiendo las palabras del presidente de la CEE: “Todos los bautizados somos llamados a una misión. Dios nos llama a la vida y la vida es un don. Somos vocación, esto tiene más que ver con el SER que con el HACER. Porque, cada uno, desde su vocación, somos, amamos y hacemos. Toda vocación nace de Dios para el mundo. Entonces, vivimos nuestra vocación entre el Dios que nos llama y el mundo al que somos enviados y que está esperando nuestra manifestación como hijos de Dios”.

Este proyecto transversal ha de intentar aunar esfuerzos entre las delegaciones que se dedican a los distintos grupos cristianos (juventud, laicos, familia, misiones, vida consagrada, seminario y clero), las agrupaciones existentes en las diócesis relacionadas con formas de vida cristiana (congregaciones religiosas, institutos seculares y misioneros, movimientos eclesiales) así como delegaciones que colaboran en el anuncio y crecimiento en la fe (educación, evangelización y catequesis).
Aunque, como es evidente, en la formación de este servicio cada diócesis discernirá el mejor modo de componerlo, buscando una representación de todas las formas de vida cristiana y de los ámbitos pastorales pertinentes. De hecho, en nuestra diócesis, la Escuela Diocesana de Evangelización puso el tema sobre la mesa, para contribuir a la toma de conciencia de la cultura vocacional en nuestras comunidades. Al mismo tiempo, nuestra participación en el Congreso de Vocaciones y alentados por don Fernando, nuestro obispo, ha surgido un incipiente trabajo en equipo entre la pastoral vocacional, juventud, familia y catequesis, así como con el seminario y la vida consagrada.
Con este proyecto propuesto desde la CEE, se pretende alentar la cultura vocacional, que lleve a valorar la vida como vocación y a promover todas las vocaciones en la iglesia (laical, matrimonial, misionera, consagrada y sacerdotal). De la misma manera que se quiere promover la oración, reflexión, formación y acción en torno a la vocación y las vocaciones, y la práctica del acompañamiento y del discernimiento vocacional.
Recordando el Congreso Vocacional de febrero de 2025, donde el Espíritu nos llenó de su fuego y alegría, regresamos, con renovada ilusión a nuestra diócesis, para intentar poner en marcha este proyecto. Para que seamos capaces de trasmitir a todo bautizado no solo que se pregunte y descubra ¿Para quién soy? Sino que, imbuido del Espíritu, pueda vivir la respuesta: “Soy para el Señor en los hermanos”.




Nacido en Ferrol el 21 de abril de 1983. Realiza los estudios posobligatorios, hasta COU, en el Colegio Tirso de Molina de los PP. Mercedarios en Ferrol.























