Sor Teresa: «De jovencita era una chica normal, me gustaba bailar y divertirme, pero si volviera a nacer, volvería a ser religiosa»

Sor Teresa, ex superiora del convento de las concepcionistas en Viveiro, lleva 60 años vistiendo los hábitos, «ingresé en el convento con 16 años; a los 10 recibí la llamada de Dios». La Iglesia celebró el 4 de junio el Día Mundial de la Vida Contemplativa.

Inés Val Rouco, más conocida como Sor Teresa, fue durante más de nueve años la Superiora del convento de las religiosas concepcionistas de Viveiro, donde actualmente ejerce el cargo de vicaria de la comunidad.

Tras más de medio siglo vistiendo los hábitos, hablamos con ella con motivo del Día Internacional de la Vida Contemplativa, que se celebra este fin de semana.

Usted es el claro ejemplo de la «vida contemplativa». ¿Siempre tuvo vocación religiosa?
Sí. Recibí la llamada de Dios siendo una niña, no tendría más de unos diez años. Mi familia siempre supo que seguiría este camino, incluso mucho antes de que yo misma lo supiera.

¿Su familia era religiosa?
Lo normal para aquellos tiempos. Me educaron en la fe cristiana y en los valores tradicionales.

¿Tuvo el apoyo de su familia cuando tomó esta decisión?
Era muy joven cuando decidí ingresar en el convento, con 16 años. Pero sí que tuve apoyo y formación por parte de eclesiásticos a los que confié mi intención de hacerme monja y que me ayudaron y guiaron en este proceso.

¿Se arrepiente de haber escogido la vida contemplativa sobre la vida en el exterior?
No. Siempre he sido muy feliz con mi decisión, y en ningún momento he dudado o cuestionado que fuera la correcta. He tenido una vida plena en el seno de la Iglesia.

¿Entonces no echa de menos nada?
Tengo todo lo que necesito aquí. Mi vocación es seguir el llamado de Dios y ayudar en la evangelización, estoy convencida de ello. Nunca he añorado nada, y si volviera a nacer, volvería a escoger el mismo camino.

¿Cómo era de joven, justo antes de «recibir la llamada»?
Ya sé por donde vas. Era una chica normal, como cualquier otra. Me gustaba bailar, divertirme… no renuncié al matrimonio porque no me gustara, sino porque tenía dos opciones, y escogí la que Dios puso a mis pies.

¿Se considera una mujer abierta de mente?
Ya soy mayor, soy consciente de que los tiempos cambian. Pero yo diría que sí.

¿Qué opina de las recientes reformas que han tenido lugar en el seno de la Iglesia?
Estoy a favor de cualquier reforma que consideren oportuna desde el Vaticano. Si dependiera de mi acogería a todas aquellas almas que tienen «hambre de Dios», sin excepción.

¿Cuántas religiosas residen a día de hoy en el convento de las concepcionistas?
Actualmente somos 9. En nuestros mejores tiempos llegamos a ser unas 36, incluso más, pero ya no hay vocación religiosa ni interés por entrar a formar parte de la Iglesia.

¿A qué cree que se debe este cambio de mentalidad en la sociedad española?
Pues fundamentalmente a una pérdida de valores dentro del hogar. Hay que fomentar la práctica y la educación religiosa. La sociedad ofrece de todo a los jóvenes menos la religión. Todavía hay muchos prejuicios.

Fuente: La Voz de Galicia A Mariña

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